5 formas en cómo un dolor emocional daña evidentemente tu trabajo

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Para evitar conflictos, debes aprender cómo separar la vida laboral de la personal. Cortesía: Gettyimages
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POR: Salud180.com

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08-08-2014

Aunque un concepto básico para un empleado es separar la vida laboral de la personal, cuando existe un conflicto emocional que causa dolor, esto se vuelve muy complicado. Y lamentablemente no saber controlarse puede causar algunos problemas en el trabajo.

 

Pablo Berrocal, profesor de sicología de la Universidad de Málaga, España, indica que aprender a expresar, comprender y controlar las emociones propias  y ajenas es la clave para mejorar la salud mental de un individuo y la productividad de su empresa.   Inefectividad emocional

 

Si pasa se manera esporádica quizá no tengas ningún inconveniente, pero cuando un dolor emocional es constante o severo, puede ocasionarte serios daños en tu trabajo. Estos son algunos ejemplos.

 

1. Afecta tu concentración. Nassim Taleb en su libro “The Black Swan: The Impact of the Highly Improbable”, indica que cuando sufres un dolor emocional, como la decepción, tus niveles de dopamina disminuyen y por consecuencia provoca que tu capacidad de concentrarte sea baja.

 

2. Resultados ineficaces. Las preocupaciones, sentimientos dolorosos, afectan las habilidades de pensamiento y razonamiento impidiendo que las utilicemos al máximo, indica Sian Beilock, profesora en el departamento de sicología de la University of Chicago.

 

3. Problemas con tus compañeros. Cuando tienes un dolor emocional buscas desahogarte y en la mayoría de las ocasiones se hace de manera impulsiva, con cualquier persona, inclusive tus colegas de trabajo.

 

Lo mejor es que mantengas la calma para que puedas expresar cómo te sientes, recomienda Lilienfeld Lynn en su libro “Great Myths of Popular Psychology: Shattering Widespread Misconceptions about Human Behavior”.

 

4. Faltas laborales. Dado que las emociones se ven reflejadas en el cuerpo, puedes sufrir el riesgo de padecer alguna enfermedad que provoque te tengas que quedar en casa.

 

Irina Matveikova, endocrinóloga autora del libro “Inteligencia digestiva”, señala que el estrés, la ansiedad, la tristeza o el enfado son factores de riesgo para desarrollar patologías tan serias como el síndrome de intestino irritable.

 

5. Mala percepción. De acuerdo con Kim Elsbach, profesora de management en la University of California, las mujeres tienen una gran tendencia a llorar en el trabajo por sus problemas emocionales, pero desafortunadamente hacerlo se percibe con un desdén especial.

 

Para que logres separar la vida laboral de la personal, debes trabajar sobre tu inteligencia emocional y aprender a vivir con tus emociones de manera positiva para que puedas capitalizarlas. 

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