¿Vale la pena perdonar?

Por: Consuelo Hernández

”El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe “, señala .William Shakespeare. Perdonar y liberarse del resentimiento es como sentir la ”suave“ ternura del Amor divino que envuelve y bendice al que lo expresa.

 

Es muy saludable desechar y eliminar pensamientos negativos que nos atan a situaciones en donde recordamos y revivimos constantemente una ofensa. Guardar rabia y rencor es como vivir constantemente con un “enemigo” encubierto.

 

Pero, si revertimos la situación con un pensamiento en el cual reconocemos que la armonía y la paz son lo que verdaderamente deseamos, podemos sentir el amor universal, y esa manera de pensar purifica nuestro corazón. Al reflejar ese amor, nuestra actitud será siempre de calma y tranquilidad. Con ese estado de consciencia, no sólo nos ayudamos, sino que eliminamos discordancias.

 

¡Recupera tu tranquilidad!

 

Investigaciones y diversos estudios explican la importancia de no acumular sentimientos de odio que resulta perjudicial para la salud.

 

La Dra. Rosa Rivas Lacayo, en su libro Saber perdonar, enfatiza: “El suceso que nos lastimó solamente debería ser tomado en cuenta por la enseñanza que nos deja, perdonar es un proceso espiritual que nos libera de resentimientos y nos lleva a una vida de paz”.

 

Dejando atrás el pasado, continuamos adelante y esa es una posibilidad siempre presente, es como un regalo que nos damos a nosotros mismos.

 

Abandonar todo deseo de represalia o venganza es un paso muy importante. La verdadera manera de hacerlo es ir “más allá” que simplemente olvidar la ofensa: es sentir como si nunca hubiera pasado.

 

Pero, ¿cómo olvidar el agravio y realmente perdonar?

 

La investigadora de salud Mary Baker Eddy, en su libro Ciencia y Salud, da el significado de lo que verdaderamente significa perdonar: “…el amor es reflejado en el amor.” Amar, en los momentos más difíciles, es lo que realmente restaura y sana.

 

Al reflexionar sobre lo que encierra el acto de perdonar, me vino al pensamiento el poema de Eddy titulado “Amor”, en el cual en parte dice: “La flecha que nos da dolor no parte del devoto amor. Si tu palabra o acto cruel destrozó, pide al Señor el don de aquel que al hombre amo y sanó“. Es alentador saber que lo que nos causó dolor no forma parte de quien es todo  amor y armonía, Dios.

 

Cuando dejamos que el amor divino guíe nuestros actos y decisiones con humildad, esto redunda en bienestar y progreso espiritual. Además, es como una llave que abre las puertas a una vida con reconciliación y armonía y bendice al que lo da y al que lo recibe. ¡Dejemos atrás resentimientos y vivamos una vida sana y feliz!