Usuarios de gyms en riesgo de trastorno corporal

Hacer ejercicio es vital para mantenerse sano y en forma. Sin embargo, aquellas personas que acuden a clubes deportivos o que van a los gimnasios y tienen problemas de autoestima, están en riesgo de desarrollar dismorfia corporal, mejor conocido como vigorexia.

Este trastorno se caracteriza por una obsesión de ejercitarse por más de dos horas diarias; hombres y mujeres desean tener un cuerpo musculoso y en eso basan su valía.

Al respecto, la médica Consuelo Escoto, investigadora del Centro Universitario UAEM Ecatepec, señala: “La gente más vulnerable a caer en la dismorfia corporal son las personas perfeccionistas y aquellos que centran todo su valor en la imagen corporal”.

Escoto Ponce de León, indica cuál es el perfil de las personas que caen en este desorden emocional, también conocido como vigorexia:

1. Se ejercitan mínimo dos horas diarias.
2. Hacen ejercicio seis o siete días de la semana.
3. Incluso, pueden abandonar su trabajo, porque "creen" que necesitan dedicarle más tiempo a su cuerpo.
4. Si por alguna razón, no pueden ir a hacer ejercicio, se siente mal, feos, vacíos y tristes. Su felicidad depende de su cuerpo.
5. En ocasiones es tanta la obsesión que aún con desgarres o en condiciones no adecuadas, practican ejercicio.

Reforzadores emocionales

La investigadora del Centro Universitario UAEM, Ecatepec, indica que este trastorno es difícil de identificar, ya que la persona no lo acepta, miente en cuánto a sus horas de rutina, pero al ser un trastorno de ansiedad, debe ser tratado de manera integral:

“En la dismorfia corporal pasamos el límite de los saludable a lo patológico, en el momento en que esto está afectando tu vida social, laboral o emocional. Por ello, se requiere ayuda psicológica y una aceptación de que la persona necesita ayuda”.

Sin embargo, uno de los factores que impide que la gente se dé cuenta que el hacer tantas horas de ejercicio o centrarse sólo en el desarrollo muscular de su cuerpo, no es sano, es porque la gente que está a su alrededor le refuerza la idea de que se ven bien:

“Un grave error que toda la gente comete es que cuando vemos un cambio drástico en el cuerpo de una persona decimos, qué bien te ves, luces más joven, más guapo y eso no debe ser así.

Escoto Ponce de León, afirma que se debe ir en pro de una vida saludable y no de la obsesión hacia la comida o realizar en extremo ejercicio, porque son problemas emocionales que se arrastran y que pueden acabar con la vida de las personas.