Tratamiento que devuelve la sonrisa a pacientes con parálisis facial

Por: Víctor Lomelí

La parálisis facial (PF) altera la función muscular desencadenando diversas alteraciones funcionales, psicológicas, emocionales, estéticas y sociales.

 

Aproximadamente un tercio de los casos tienen una causa identificable, y los 2 tercios restantes son idiopáticos.

 

Desafortunadamente, de un 20 a un 30% de los pacientes permanecen con algún grado de debilidad o parálisis de por vida.

 

En la PF, los músculos del lado afectado presentan pérdida de las arrugas frontales, desaparición del pliegue nasogeniano, y depresión de la ceja y del ángulo de la boca.

 

Esto propicia una disminución en la calidad de vida al ocasionar problemas funcionales y estéticos, que se acentúan al hablar y al sonreír, ocasionando efectos psicológicos como pérdida de confianza.

 

Alternativo

 

Existen múltiples causas y tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos para tratar el lado paralizado, entre ellos el uso de toxina botulínica, alternativa viable cuando existen secuelas como sincinesias, hipertonía o espasmo hemifacial. En el lado no afectado también se utiliza para ocasionar simetría estética y funcional, estática y dinámica.

 

La toxina botulínica es una droga que tiene como mecanismo de acción el bloqueo de la liberación de acetilcolina, que es el neurotransmisor que estimula la contracción del músculo liso y estriado.

 

Caso probado

 

El tratamiento mostró su efectividad en un paciente varón con parálisis facial idiopática derecha de dos meses de evolución, que tuvo respuesta mínima a tratamientos de terapia física, electroestimulación transcutánea y láser de baja intensidad.