¿Te han visto la cara?

Por: Consuelo Hernández

Al estar platicando con alguien te aseguro que tu mirada estará puesta en la cara de la otra persona, la cual contiene muchísima información que a veces no le damos la importancia necesaria. Es el resultado de emociones, decisiones, ambiente y ADN que heredamos.

 

Fisonomistas, médicos chinos, criminólogos y muchos especialistas se han dado a la tarea de investigar más el significado de las facciones que los seres humanos tenemos y que de hecho nos da una radiografía de la personalidad y talentos con los que contamos.

 

¡Fíjate en las microexpresiones!

 

El rostro trae una carga importante de las emociones que experimentamos día a día. Es una herramienta de autodiagnóstico que ayuda a evaluar nuestras diferentes percepciones del mundo.

 

Por ello, la cara cambia y está comprobado que los huesos se tardan 10 años, los músculos y cartílagos alrededor de los 2 y 3 años en modificarse.

 

Además de tener características físicas, siempre está en movimiento. Las emociones se cristalizan por gestos en ella. Existen personas que lo hacen de manera obvia y otras que no tanto.

 

Para las segundas, las microexpresiones son la manera de hacerlo. Es información emocional involuntaria que se emite en un microsegundo y que difícilmente se detecta.

 

La importancia de ellas radica en que demostrará a veces más de lo que estamos conscientes que sentimos y sin duda no nos dejará mentir. Se basan en las siete emociones básicas que estableció Paul Ekman: alegría, tristeza, ira, contempt (indiferencia), asco, miedo y sorpresa.

 

En términos de Imagen Pública, es una herramienta muy interesante para determinar la esencia de la persona. Ayuda a conocerse más y así la potencializa en el proceso de comunicación con el exterior. Asimismo le permite explotar más sus habilidades al conocerlas y entender sus fortalezas.

 

Por eso la próxima vez que estés platicando con alguien, realmente vele la cara porque seguramente él te la estará viendo a ti.