¿Te hace feliz la desgracia ajena? Tranquila, no eres una mala persona

Por: Diana Oliva

Sí, soy de las que se ríen cuando ven a una persona caerse en la calle, pero no por eso creo que soy una “mala persona”, solo experimento un poco de Schadenfreude. Un término alemán que hace referencia a la felicidad que nos causa la desgracia ajena. ¡Algo muy normal, y que incluso tú has llegado a sentir.

 

¡Ojo! Este placer por la desgracia del vecino no es lo mismo que la envidia.

 

Desde la psicología, el mal ajeno nos confirma que nosotros no hemos sido afectados por él; es decir, este sentimiento nos permite depositar en el otro nuestro miedos, sin que estos nos dañe”, describe Mónica Sieber Quijano, psicóloga clínica.

 

En cambio la envidia es un sentimiento tan negativo que nos causa sufrimiento, y son los logros y el destacar los que atraen este sentir.

 

En esencia, la envidia es el deseo por lo que tiene el otro, pero nosotros no”

¿Eres schadenfreude?, ¿qué lo causa?

 

Te debes estar preguntando de, ¿dónde surge este placer por el mal ajeno?

 

Si bien no hay un “origen” certero, expertos creen que esta alegría existe como parte de una adaptación social. ¡Supervivencia! Esto basado en la teoría de la comparación social propuesta por el psicólogo Leon Festinger.

 

En esta idea los individuos nos sentimos bajo presión respecto al grupo, y para medir nuestro valor y capacidades tendemos a compararnos con los demás.

 

En resumen, es normal sentir felicidad por la desgracia ajena, ya que también es parte de nuestra condición humana.

 

¿Tú tienes otra opinión?