Suicidio juvenil al alza

Un millón de personas se quitan la vida cada año en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. En México, cerca de 13 personas se suicidan todos los días. En 2010, la Secretaría de Salud reportó que cinco mil seis personas murieron por esta causa, de las cuales cuatro mil 86 eran hombres y 920 mujeres, cifras que incluyen el suicidio en adolescentes.

A pesar de estas cifras, no es considerado un problema de salud pública, como el cáncer o la diabetes; sin embargo, dentro del grupo de edad, de los 15 a los 24 años, el suicidio en adolescentes ya es la tercera causa de muerte.

En cuanto a los suicidios consumados, en México tenemos una tasa de 4.5 por cada 100 mil habitantes, es una tasa baja comparada con países como Estados Unidos, en donde es del doble o con países de Europa del Este, en los que es mucho mayor; incluso naciones latinoamericanas, como Cuba, presentan una tasa más alta de suicidios en adolescentes.

No obstante, dos aspectos que podrían colocar al suicidio como un problema de salud pública son el aumento de estas conductas y el crecimiento sistemático de los mismos que se ha vivido en la población mexicana, que es de 300 por ciento en comparación con hace tres décadas.

Guilherme Borges, investigador en Ciencias Médicas, del Instituto Nacional de Psiquiatría, comentó que desde hace cinco décadas las tasas de suicidio en adolescentes han aumentado en nuestro país. “Este incremento es preocupante porque está afectando a los jóvenes y no se cuenta con medidas de salud pública para contrarrestar este fenómeno”.

Algunos factores de riesgo del suicidio en adolescentes están relacionados con aspectos sociales, religiosos, familiares, consumo de alcohol, uso de drogas, trastornos mentales como la depresión y problemas económicos, entre otros.

Entre los eventos relacionados con el suicidio se encuentran la ideación suicida, los planes y los intentos. Se sabe que si una persona tiene pensamientos recurrentes sobre quitarse la vida, y además presenta algún trastorno mental, puede ser más fácil que pueda pasar a un siguiente estadio.

En cinco de cada 10 intentos de suicidio se busca ayuda médica. Como sociedad necesitamos un sistema de salud que ayude a los individuos a reconocer que tienen un problema de este tipo y se atiendan oportunamente, destacó.

El especialista comentó que no ha habido una política nacional para lograr una disminución de suicidio en adolescentes en el país.
 

“Sin duda la necesitamos. Si tuviéramos un problema como el cáncer que hubiera crecido como el suicidio en los últimos treinta años, estaríamos consternados. Si una enfermedad infecciosa hubiera crecido 300%, estaríamos temerosos; sin embargo, con el suicidio no ha sucedido esto, vemos que sigue creciendo y siempre pensamos que a nosotros no nos va a tocar”, concluyó.