¿Sal, adictiva como las drogas?

Por: Diana Oliva

La Sociedad Española de Cardiología (SEC), con base en varios estudios realizados en el mundo, lanza una urgente alerta: El consumo de sal, fundamental en la cocina de casi todos los países, ya está siendo considerado como una adicción, al margen de sus efectos perjudiciales directos a la salud.

 

En realidad la categorización se debe a la alta capacidad de “enganchar” en su consumo que posee la sal; similar incluso a algunas de las más poderosas drogas.

 

Un estudio realizado en ratones por las universidades de Duke y Melbourne, demostró que la necesidad de consumir sal era la misma que la relacionada con la adicción a la cocaína o a los opiáceos como la heroína.

 

Imposible de quitar de la mesa…

 

Los estudios se basaron en imágenes cerebrales, en las que se observó que en ambos procesos (consumo de sal y drogas) se activaba la misma zona del cerebro. Algo que, en un lapsus relativamente breve y tanto en unas como en la otra, produjo cambios profundos en ciertas células nerviosas del hipotálamo de los ratones.

 

El resultado final fue un aumento del tamaño y de la cantidad de las neuronas de esa área del cerebro, al igual que de la producción de dos proteínas específicas relacionadas con la adicción y el placer (dopamina y orexina).
“Es urgente tomar medidas por que 80% de la sal que consumimos proviene de los alimentos precocinados.

 

Por lo que sería primordial generar leyes para un mejor etiquetado de los productos, que clarifique la cantidad de sal y del resto de ingredientes que contiene de cada alimento”, dice el doctor José Ramón González-Juanatey, presidente de la SEC.

 

Y es que como complemento de lo señalado respecto a lo adictivo de la sal, en un reciente informe la Organización Mundial de la Salud, OMS, señala:

 

“Además de cáncer de estómago, insuficiencia renal u osteoporosis, la sal favorece la aparición de hipertensión, causante de 62% de los accidentes cerebrovasculares y de 42% de las enfermedades del corazón”.