¿Sabías que hay personas que en realidad se creen vampiros?

Por: Carolina Escamilla

Pues aunque no lo creas, existe un síndrome llamado vampirismo  clínico o síndrome de Renfield.

 

Es una enfermedad mental que provoca que las personas tengan la necesidad de ingerir o sentir la sangre de otros seres vivos.

 

Parece novelesco ¿no?, pero justamente por el manuscrito de Bram Stoker, este síndrome lleva el nombre  de uno de los personajes  que ejemplifica claramente las características  y comportamientos de personas que padecen de este tipo de enfermedad mental.

 

Este trastorno psicológico comienza con acontecimientos claves en la infancia, como por ejemplo:

 

El probar la sangre propia de alguna herida causa un peculiar placer y deseo.

 

En la pubertad esta emoción se convierte en excitación sexual y en la vida adulta, la presencia y consumo de sangre estimula las sensaciones  de poder y control.

 

Las personas con esta enfermedad inician con autovampirismo,  a menudo los pacientes se hieren con el fin de probar su sangre, y más adelante su necesidad se hace tan fuerte, que consumen la sangre de otras criaturas.

 

 

Etapas del síndrome

 

Autohemofagia o Autovampirismo:

 

Ocasionar heridas con el fin de obtener sangre

 

Zoofagia:

 

Comer o beber la sangre de animales vivos o muertos.

 

Vampirismo clínico:

 

Adquirir  sangre directamente de los seres humanos. Recurren a hospitales o bancos de sangre e incluso de personas vivas.

 

Esta enfermedad debe ser tratada por un médico especialista en psiquiatría, y solo él determinará el tratamiento.

 

La próxima vez que veas a un “vampiro” por la calle, ¡Cuidado! Podría ser real.