Por el dolor la cabeza, no abuses de los analgésicos

El dolor de cabeza más común se llama cefalea tipo tensional y puede ocurrir a cualquier edad, aunque es más frecuente entre los adultos y los adolescentes, señalan los médicos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

Esta jaqueca ocurre cuando los músculos del cuello y del cuero cabelludo se tensan o contraen. Las contracciones musculares pueden ser una respuesta al estrés, la depresión, un traumatismo craneal o la ansiedad. Igualmente, cualquier actividad que obligue a la cabeza a mantener una sola posición durante mucho tiempo sin moverse, puede ocasionar cefalea tipo tensional; por ejemplo, trabajar durante horas frente a la computadora, realizar actividades manuales minuciosas o usar excesivamente un microscopio. Dormir en una habitación fría o con el cuello en una posición incómoda puede desencadenar este tipo de dolor de cabeza.

Cuidado con los analgésicos

Dicen los expertos que un dolor de cabeza se vuelve crónico si sucede dos o más veces a la semana durante algunos meses o más. La jaqueca diaria y crónica puede ser consecuencia del tratamiento deficiente o excesivo de un dolor de cabeza tipo tensional. Por ejemplo, los pacientes que toman analgésicos más de 3 días a la semana de manera regular pueden padecer cefaleas de rebote.

Algunas personas toman duchas o baños calientes o fríos para aliviar el dolor de cabeza. Otras, posiblemente, necesitan hacer cambios en el estilo de vida si tienes cefaleas tensionales crónicas, por ejemplo, modificar tus hábitos de sueño, hacer más ejercicio o realizar estiramiento de los músculos del cuello y la espalda.

Los analgésicos de venta libre, como el ácido acetilsalicílico (aspirina), el ibuprofeno o el paracetamol, pueden aliviar el dolor si las técnicas de relajación no funcionan. Es probable que seas de los que antes de participar en cualquier actividad que te puede desencadenar un dolor de cabeza, tomas un analgésico como medida de prevención. Debes saber que los medicamentos para el dolor sólo alivian los síntomas, por un período corto de tiempo. Después de un rato, ya no funcionan igual o la ayuda que brindan no dura tanto tiempo.

El uso regular y excesivo de analgésicos puede llevar a cefaleas de rebote, indican los especialistas.