Nueva epidemia bacteriana
Por: Pilar Maguey
Por: Pilar Maguey
Se llama Escherichia coli. Se trata de una cepa altamente agresiva de la E. coli que no sólo ha cobrado 17 vidas en Europa y afectado a más de 1,600 personas en Alemania, sino que ha provocado un revuelo político de enormes proporciones en la Unión Europea, en lo que se ha dado en llamar “la crisis del pepino”.
Todo comenzó el 24 de mayo cuando se dio a conocer en el norte de Alemania la muerte de una mujer de 83 años que había sido hospitalizada días antes debido a una fuerte diarrea hemorrágica. Los análisis clínicos revelaron que se trataba de una infección provocada por la bacteria E. coli, y que ya estaba afectando a un número significativo de personas. Desde el primer momento se achacó el brote a la contaminación por pepinos españoles, aunque luego se descartó este origen.
La Escherichia coli es una bacteria que se encuentra generalmente en los intestinos de los animales rumiantes y las personas. Aunque generalmente es inocua, la variedad 0104H4 de esta bacteria produce una potente toxina que daña los glóbulos rojos y los riñones, de acuerdo con el doctor Antonio Guerrero Espejo, especialista en Enfermedades Infecciosas y Microbiología del Hospital de la Ribera de Valencia. Esta agresiva cepa provoca diarreas sangrantes, una enfermedad conocida como síndrome urémico hemolítico (SUH) que requiere hospitalización. El SUH afecta a la sangre, los riñones y, en los casos más graves, al sistema nervioso central. Los síntomas de la infección por E. coli incluyen fuerte dolor abdominal, diarrea intensa y a menudo con sangre y a veces náuseas, vómitos y fiebre leve. Esta sintomatología suele aparecer tres o cuatro días después del contagio, aunque también puede hacerlo entre 1 y 10 días después.
La Organización Mundial de la Salud aseguró esta misma tarde que la cepa causante del brote letal de E.coli es de un tipo desconocido hasta ahora, mortífera y resistente a los antibióticos. Ante la rápida propagación del brote, el Instituto Robert Koch de Alemania ha propuesto a la población tomar medidas preventivas y no consumir por el momento tomates, lechugas y pepinos o cualquier tipo de verdura sin cocinar. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus signas en inglés), considera que el actual brote "es uno de los mayores descritos de SUH en todo el mundo, y el más importante jamás detectado en Alemania". Según este organismo, afecta principalmente a los adultos y especialmente a las mujeres.
Por su parte, los agricultores alemanes se están viendo obligados a destruir verduras por valor de 2 millones de euros diarios (alrededor de 38 millones de pesos) ante la imposibilidad de dar salida en el mercado a los productos por el miedo desatado entre los consumidores, según las asociaciones del sector. Por su parte, los productores españoles, los más perjudicados por la crisis, están pidiendo responsabilidades por el daño causado al sector agrario y alimentario por las autoridades alemanas, al especular sobre el origen español de los pepinos contaminados.