Nuestro cuerpo tiene la capacidad de autorregular su temperatura

Por: Diana Oliva

La temperatura corporal es el grado de calor de un organismo vivo; resulta del equilibrio entre la producción y pérdida de éste. 85% del calor corporal se pierde a través de la piel y el resto por los pulmones y la eliminación fecal y urinaria.

 

En los seres humanos, la temperatura del cuerpo es extraordinariamente constante, mantenida por un ritmo circadiano y puede variar alrededor de 0.6 grados día tras día (salvo en casos de enfermedad (fiebre).

 

Normalmente los grados de calor en una persona varían dependiendo de su sexo, su actividad reciente, el consumo de alimentos y líquidos, la hora del día y, en el caso de las mujeres, de la fase del ciclo menstrual en la que se encuentren. De acuerdo con la Asociación Médica Americana (American Medical Association), la temperatura corporal normal puede oscilar entre 36.5°C y 37.2°C.

 

 

La temperatura corporal se puede ver modificada por diferentes factores.



La función de las células que conforman cada uno de nuestros órganos es óptima a determinada temperatura y es por ello que el propio organismo se encarga de que su temperatura se mantenga constante; cuando ésta aumenta o disminuye, entran en acción diferentes mecanismos (como sudar, orinar, defecar, por nombrar algunos), para regularla.