Muerte de un ser querido en la infancia

Por: Pilar Maguey

La reacción de un niño por la muerte de un ser querido es muy diferente a la de las personas adultas. Sus preguntas, siempre cargadas de inocencia y perplejidad, desarman a cualquiera y por no hacerles sufrir la pena, se les engaña o aparta de la realidad.

 

¿Cómo reaccionar ante el duelo de las criaturas? Lo primero que recomiendan los expertos, como Alain Giacchi, es ser absolutamente honestos con ellos. Las niñas y los niños, por más pequeños que sean, son sensibles a la reacción y el llanto de las personas adultas, a los cambios en la rutina de la casa, a la ausencia de contacto físico con la persona fallecida, es decir, se dan cuenta que algo pasa y esto les afecta, asegura el especialista en duelo de la Universidad de Navarra (España).

 

La muerte como fantasía

 

Isa Fonnegra, psicóloga clínica y autora del libro "El duelo en los niños", indica que cuando un o una menor afronta la pérdida de un familiar cercano y muy querido, la muerte debe dejar de ser una fantasía y la madre o el padre debe hablar con toda sinceridad con su crío y tener en cuenta que posiblemente él conozca la situación o tenga dudas con respecto a ella.

“El niño sabe lo que está pasando, pero como le han contado cuentos de hadas, entonces cree que la muerte es reversible y espera que eso suceda con la persona que murió”, señala la especialista quien también aconseja usar la palabra muerte y no cualquier otro eufemismo.

 

Qué hacer para que las y los niños entiendan el duelo

 

Según la Fundación Piero Rafael Martínez de la Hoz, creada para apoyar emocionalmente a personas o familias en el proceso de enfrentar la pérdida de un ser querido, los pasos que deben seguir los padres o familiares del pequeño para hablar al respecto son:

- Explicarle abierta y claramente el proceso de la enfermedad o la muerte del ser querido. No decirles frases como “se fue de viaje”, “se durmió”, “se fue para el cielo” o “tienes un angelito”
- Permitir, si es la voluntad del menor, que participe en las ceremonias religiosas y estimularlo para que exprese sus sentimientos sobre la pérdida del ser querido, así como sus mejores recuerdos
- No privarse de manifestar su dolor en presencia del pequeño, así como evitar cambios drásticos en el entorno familiar, las tareas cotidianas y las costumbres ya establecidas
- Estimular al niño a que busque nuevos amigos y proyectos.

 

Lo que debemos hacer, aconseja Giacchi, es evitar las escenas desgarradoras de dolor y pérdida de control de las emociones frente a los pequeños.