Metformina: para qué sirve y efectos secundarios
Por: Diana Oliva
Por: Diana Oliva
La metformina es parte del tratamiento de la diabetes mellitus no dependiente de la insulina, también conocida como diabetes tipo 2. Una enfermedad que ocurre cuando los niveles de glucosa en sangre son demasiado altos, y el organismo no produce suficiente insulina o no la usa adecuadamente, describe la National Institute of diabetes and Digestive and Kidney Diseases.
La metformina viene en dos presentaciones: solución y tableta, esta última es la más usual y se puede encontrar en dosis de 500 a 850 miligramos. La cantidad y las veces a tomar dependen de las indicaciones del médico, también de la etapa en la que se encuentra la enfermedad y si se tiene obesidad o propensión a tener sobrepeso.
Este medicamento, en la mayoría de las ocasiones, se ingiere en compañía de los alimentos. Es importante que si se trata de pastillas no las partas, mastique o tritures.
La tableta oral de metformina posee dos formatos: liberación inmediata y liberación prolongada (el fármaco se va distribuyendo lentamente).
Metformina: para qué sirve y efectos secundarios Foto iStock
De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la metformina sirve para controlar la cantidad de azúcar en la sangre. Además, disminuye la glucosa absorbida de los alimentos y la que se acumula en el hígado.
Por otro lado, también mejora la respuesta del cuerpo a la insulina; hormona producida por el páncreas y que se encarga de que la glucosa de los alimentos ingrese en las células para ser usada como energía.
¡Dato importante! La metformina no se puede utilizar para tratar la diabetes tipo 1. En esta afección el sistema inmunitario ataca y destruye las células del páncreas, por lo que este órgano deja de producir insulina.
Quienes tienen esta diabetes deben tomar o inyectarse la insulina.
Si bien, el consumo de metformina es seguro. Al igual que todo medicamento puede provocar algunas reacciones adversas. Con información de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, lo que puedes experimentar es:
Foto iStock
La metformina también tiene algunas contra indicaciones, por las que se debe considerar suspender o evitar su uso (solo con la autorización o recomendación de tu experto de salud).
Otras condiciones en las que el uso de metformina debe ser evaluado son durante el embarazo y la lactancia. No existe un estudio que revele que este medicamento puede contribuir a daños al feto o ser secretado en la leche materna. Sin embargo, los cambios que experimenta el cuerpo en este proceso pueden causar complicaciones si se administra.
1. Indica a tu médico qué alergias tienes. Así mismo, qué otros fármacos estás ingiriendo, no importa si son de venta libre, suplementos, vitaminas o productos herbales.
2. Ten cuidado y consulta con tu experto de salud si estás ingiriendo: benazepril, captopril, metoprolol, diuréticos, medicamentos para el asma y el resfriado, para enfermedades mentales o náuseas, también si consumes algo para problemas de la tiroides, esteroides, pastillas anticonceptivas, ranitidina o morfina.
3. También deberás tomar en cuenta tu dieta (en especial si es muy baja en nutrientes y calorías) y si realizas mucho ejercicio. Ambos elementos afectan los niveles de azúcar en la sangre, y por consiguiente varía la cantidad a administrar de la metformina.
En cuanto te acuerdes toma la pastilla que has olvidado. Pero, si ya la próxima toma se acerca, omite la dosis y continúa con las ya establecidas. Jamás dupliques la cantidad para compensar las que se te han pasado.
Si llegas a tener una sobredosis consulta con un médico. Sin embargo, si te desmayas, convulsiones, tienes dificultad para respirar o no puedes despertar, con ayuda de un familiar, acudan de inmediato a urgencias.
Además de hipoglucemia, de acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, algunos síntomas de sobredosis pueden ser:
Para un buen funcionamiento de la metformina, es esencial que las mantengas en condiciones adecuadas. Mantén el medicamento en su envase original y cerrado herméticamente. El espacio donde lo guardes procura que esté lejos de la luz y que no tenga un exceso de calor o humedad, como es el caso del baño.
Si ya está caduco o bien, ya no lo necesitas porque te han cambiado el tratamiento. Para desecharlo acude a un lugar que recolecta estos medicamentos y los elimine de forma correcta. Si no hay en el lugar donde vives, no los tires en el inodoro ni alcantarilla. Rompe la caja y tritura las pastillas, posteriormente tira en la basura.
Foto iastock
Es importante que la metformina, al igual que el resto de medicamentos, lo mantengas lejos del alcance de niños pequeños y de mascotas.
No dejes que nadie más tome tu medicamento. Procura revisar tus niveles de azúcar continuamente y si notas que hay un cambio en tu cuerpo, acude de inmediato al experto.
Este fármaco no cura la diabetes, ayuda en su control. Razón por lo que las dosis pueden variar a lo largo de los años. En la mayoría de las ocasiones, se empieza por cantidades bajas y se va incrementando, además se puede combinar con otros, ejemplo, la insulina.
Cuida tu alimentación y realiza ejercicio con regularidad. ¡Jamás te automediques!