¿La maldición de ganar un Oscar?

Ser uno de los ganadores de un Oscar podría ser para todos los actores, actrices, directores y relacionados con la Academia, el suceso más importante de sus vidas profesionales y personales, sin embargo para muchos no ha sido así.

Dentro del ámbito de Hollywood, existe algo llamado “La maldición del Oscar”, debido a las amargas experiencias que todavía algunos de los ganadores de un Oscar cuentan.

De acuerdo con diversos portales del medio, esta “maldición” de ser uno de los ganadores del Oscar no respeta edades, jerarquías ni género, por lo que son muchas las historias de artistas cuyas vidas se han trastornado luego de recibir la estatuilla, ya sea por escándalos, excesos y adicciones, o bien por ver su carrera en descenso por proyectos poco reconocidos.

Uno de los casos más conocidos es el de Tatum O'Neal. La actriz más joven dentro de los ganadores de un Oscar, se hizo de la estatuilla a los diez años por "Paper Moon" en 1973.

A partir de entonces, su vida se convirtió en un cúmulo de excesos, como lo describe en su best-seller autobiográfico, "Vida de papel", donde narra cómo su padre la introdujo en las drogas y el sexo.

Por el contrario, uno de los ganadores de un Oscar con más edad y reconocimiento, Roberto Benigni, apenas ha estrenado 4 películas desde que fue dos veces ganador del premio de la Academia en 1998 por “La vida es bella”.

Algunos otros ganadores de un Oscar, como Nicole Kidman, Renee Zellweger, Halle Berry, Adrien Brody, Cuba Gooding Jr. o Kevin Spacey, no han tenido un gran éxito en años. A pesar de que muchos han tenido proyectos dentro de Hollywood, la crítica ha calificado sus películas como decepcionantes.

Estos son sólo algunos de ejemplos de actores y actrices para quienes más que un impulso a su carrera, ser ganadores de un Oscar ha significado una cuesta arriba más pesada por la llamada “maldición del Oscar”.