Detonadores de trastornos alimenticios

Por: Deya Cano

Las cifras son alarmantes y siguen en aumento. El Instituto Nacional de Salud Mental en Estados Unidos estima que entre 5 y 10 millones de niñas y mujeres sufren de trastornos de la alimentación. Cerca de 1 millón de hombres y niños también la sufren.

 

Existen diferentes causas vinculadas a los trastornos alimentarios. Pueden ser biológicas o genéticas. Hay estudios que demuestran que si hay un miembro anoréxico en la familia, aumenta 4 veces más las probabilidades de que otro miembro la padezca.

 

También puede ser causado por genes anormales, como el síndrome de Prader-Willi, que se caracteriza por el hambre insaciable y retraso en el desarrollo físico y mental.

 

Otra razón para el desarrollo de trastornos de la alimentación son las causas restrictivas. Por ejemplo, las personas que se obligan a limitar su dieta, en realidad pueden caer en el exceso. Aparte de eso, el dar demasiado valor o importancia a la apariencia física, especialmente por parte de los padres, también podría dar lugar a trastornos de la alimentación.

 

Más factores del exterior

 

Otra gran influencia es cómo las personas perciben su cuerpo y el concepto de belleza según la moda o los medios de comunicación. Estos obligan a la mujer a mantenerse delgada para ser considerada hermosa. Estas expectativas equivocadas eventualmente empujan a las mujeres a utilizar métodos drásticos para alcanzarlas.

 

En el caso de la anorexia existen muchos métodos de tratamiento que se pueden practicar. Por ejemplo, los pacientes tienen que pasar por tres fases: la restauración de su peso, el tratamiento psicológico y la rehabilitación.

 

Estos tratamientos son muy importantes para pacientes con trastornos alimentarios por lo que es absolutamente importante que consulten o busquen ayuda profesional.

 

Comedores compulsivos

 

Para personas que comen compulsivamente, un método podría consistir en establecer comidas sin atracarse y la mejora de las actitudes relacionadas con los trastornos alimentarios. También incluyen la participación en el ejercicio saludable, pero no excesiva, y otras actividades saludables.

 

Las personas que sufren trastornos de la alimentación con frecuencia piensan que lo que están haciendo es parte de las actividades normales. Así que no saben que están enfermos.

 

El no reconocer que se está enfermo, puede provocar problemas graves a largo plazo. Por eso es importante darles todo el apoyo que necesiten para lograr una rehabilitación permanente.