Cuidado de los ojos en personas diabéticas

Por: Myrrha Yglesias

Una diabetes mal controlada puede dañar los pequeños vasos sanguíneos de la retina, la parte del ojo que es sensible a la luz y encargada de enviar mensajes al cerebro acerca de lo que se ve.


Cuando los vasos sanguíneos de la retina se dañan, pueden dejar escapar fluido y causar hinchazón dentro de la mácula, que es la parte de la retina que permite tener una visión clara y nítida. La hinchazón y el líquido pueden causar visión borrosa y hacer que se dificulte la visión.


Si la retinopatía empeora, el ojo puede comenzar a formar vasos sanguíneos nuevos sobre la retina. Estos vasos sanguíneos son frágiles y pueden romperse fácilmente y sangrar. La posibilidad de que se forme tejido cicatrizal derivaría en que la retina se desprendiera de la parte posterior del ojo.


Cuando la retinopatía se diagnostica a tiempo, el tratamiento con láser puede ayudar al paciente a que no pierda la vista. Sin embargo, sin recibir tratamiento la retinopatía puede causar ceguera.


Cataratas y glaucoma


Pueden también presentarse cataratas y glaucoma (aumento de la tensión ocular). El tratamiento de las cataratas consiste en una intervención quirúrgica.


El glaucoma puede controlarse con fármacos. Las parálisis oculares suelen mejorar espontáneamente en la medida en que se recupera el control glucémico. Por ello, te presentamos seis fáciles consejos para prevenir la retinopatía:


1. Controle su nivel de azúcar en la sangre


2. Haga ejercicio regularmente


3. Hágase cada año un examen de los ojos


4. Consuma una dieta saludable


5. Deje de fumar


6. Evite el alcohol.