Cuartos de la ira: qué son, cómo funcionan… sus pros y contras

El trabajo, la inflación, los problemas familiares, pueden hacernos sentir que vamos a explotar. Muchos hemos sentido la necesidad de gritar y romper cosas para liberar el estrés… y hoy es posible. Conoce qué son los cuartos de la ira, cómo funcionan, además de sus pros y contras.

Todos hemos pasado por una situación estresante, al menos una vez en la vida. El estrés es una respuesta natural del cuerpo a una causa externa, el cual puede ocurrir a corto plazo… pero también, repetidamente durante mucho tiempo.

El problema, como explican los National Institutes of Health, es que para algunos el estrés puede volverse abrumador, lo que nos pone en riesgo de desarrollar un trastorno de ansiedad si no podemos controlarlo o si comienza a interferir con nuestra vida.

Existen muchas técnicas que nos ayudan a sobrellevar el estrés tanto a corto plazo como crónico, incluyendo el visitar a un especialista. Sin embargo, cada vez se han vuelto más populares los llamados cuartos de la ira, que hoy podemos encontrar en algunos lugares de México, incluyendo la CDMX.

¿Qué son los cuartos de la ira?

Los cuartos de la ira, están pensados como espacios seguros y privados donde puedes liberar tu estrés rompiendo cosas, un sueño que más de uno hemos tenido. El objetivo, es desahogarte y relajarte para salir renovado.

El origen de esta idea, se asocia a la ciudad de Dallas, Texas, donde Donna Alexander, la creadora, lo pensó como una alternativa para liberar tensiones, frustración o cualquier sentimiento “negativo”.

Esta idea ha dado la vuelta al mundo y llegó a México. Al menos en la Ciudad de México, existen diferentes lugares que te ofrecen un espacio de acuerdo a tus necesidades y presupuesto, aunque el concepto general es romper cosas y sacar las emociones guardadas.

¿Cómo funcionan los cuartos de la ira?

Aunque cada negocio tiene sus diferencias, en general ofrecen espacios con botellas de vidrio, aparatos electrónicos viejos, incluso sacos de box, llantas y la opción de rayar paredes al ritmo de diferentes canciones.

De hecho, en algunos casos, te permiten llevar fotos o imágenes de personas o cosas que te causen sentimientos “negativos” para colocarlos en los objetos que destrozas, evitando la violencia física hacia otras personas.

Según el lugar, puedes encontrar precios desde los $350 pesos hasta los $2 mil pesos, con la opción de entrar solo o acompañado. Si estás interesada en asistir, búscalos en internet como cuartos de ira para ubicar la opción más cercana a ti.

Eso sí, aunque puede variar, las condiciones generales son ser mayor de edad (o asistir con un tutor), no estar bajo el efecto de ninguna sustancia, incluyendo alcohol, y consultar a tu médico previamente si tienes alguna condición crónica o si estás embarazada.

¿Cuáles son los pros y contras de los cuartos de la ira?

Desahogarnos y expresar nuestra molestia, enojo, frustración, estrés, definitivamente es saludable, de lo contrario, podría repercutir en nuestra salud. Sin embargo, no todo es lo que parece y los cuartos de la ira podrían tener algunos contras que debes considerar.

Especialistas de la Clevelan Clinic, explican que reprimir la ira, al igual que no manejar el estrés, puede contribuir a síntomas fisiológicos o psicológicos, como la ansiedad… Pero, aunque es importante liberarlo, debemos hacerlo de manera constructiva.

Los cuartos o salas de la ira, tienen un punto a favor: nos ayudan a descargar nuestros sentimientos a corto plazo. El problema es que, si padecemos de estrés crónico o vivimos una situación que nos agobia constantemente, no hará mucho a largo plazo, algo especialmente importante si tienes problemas de ira.

Una persona con problemas de ira y que ha presentado conductas violentas en algún momento de su vida, puede acudir a estos lugares pensando que así no daña a nadie, pero esto solo refuerza su forma negativa de afrontar sus emociones.

Por lo tanto, estos espacios pueden ser una buena opción para un rato, un mal momento o incluso como diversión, pero siempre debemos atender los problemas detrás y buscar formas saludables de manejar nuestras emociones a largo plazo.

¿Cómo manejar el estrés?

Aprender a manejar el estrés con técnicas saludables, es fundamental para evitar que este dañe nuestro cuerpo. Hacer ejercicio y meditar son las fórmulas más conocidas, mas no las únicas.

Del estrés nadie se salva. Sin embargo, aunque puede ser una reacción normal y saludable, cuando se mantiene puede afectar nuestra salud física y mental, pues nuestro cuerpo reacciona liberando hormonas, lo cual a la larga resulta negativo.

De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, el estrés crónico te pone en riesgo de presión arterial alta, insuficiencia cardíaca, diabetes, obesidad, depresión o ansiedad, problemas de la piel y problemas menstruales.

Por lo tanto, la principal recomendación es aprender a reconocer cómo se manifiesta el estrés en nosotros y qué lo desencadena. Esto nos permite identificar aquello “evitable” y lo que no se puede, pero podemos “atacar” con alguna estrategia que permita relajarnos y enfrentarlo.

Entre las opciones para manejar el estrés, se encuentran:

* Hacer ejercicio de forma regular, ya que libera químicos que te hacen sentir bien, además de sacar la energía o frustración reprimida.

* Intentar cambiar los pensamientos negativos por positivos.

* Hacer algo que disfrutes para cambiar tu ánimo, ya sea leer, escuchar música, ve runa película… incluso puedes comenzar un nuevo pasatiemo.

* Probar técnicas de relajación, como respiraciones profundas, meditación, yoga…

* Pasar tiempo con tus familiares y amigos… siempre que no sean un detonante de tu estrés.

* Dormir entre 7 y 9 horas diarias.

* Aprender a decir no y establecer límites cuando sea necesario.

Finalmente, una dieta saludable también te ayuda a tener energía para tu cuerpo y mente. Asimismo, cuando sientas que el estrés, la ansiedad o cualquier sentimiento negativo te sobrepasa, acude con un especialista para buscar ayuda.

Ahora que ya sabes qué son los cuartos de la ira y cómo funcionan, tómalos como una opción para esos malos ratos o para divertirte, pero recuerda que siempre es importante tratar el problema de fondo.

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