Cómo escoger el mejor termómetro

Más allá del tipo de termómetro que usted elija, asegúrese de saber usarlo correctamente para obtener una lectura precisa. Hoy en día, el mercado ofrece una gran variedad, desde los digitales hasta los de mercurio; todos ellos ofrecen ventajas y desventajas, por lo que es recomendable conservar y seguir las instrucciones del fabricante.

Termómetros digitales

Estos aparatos suelen medir la temperatura de manera más rápida y precisa. Vienen en muchos tamaños y formas, y están disponibles en la mayoría de los supermercados y farmacias a varios precios. Es recomendable leer las instrucciones del fabricante con la finalidad de determinar los métodos para los que está diseñado el termómetro, muchos se usan para las distintas modalidades de medición de temperatura: oral (en la boca), rectal (en el recto) y axilar (bajo el brazo).

Termómetros electrónicos

Los termómetros electrónicos de oído miden la temperatura timpánica: la temperatura en el interior del conducto auditivo. Aunque son rápidos, precisos y fáciles de usar en niños mayores, no resultan tan exactos como los digitales cuando se usan en bebés menores de 3 meses; además, son más caros.

Termómetros de tira plástica

Son pequeñas tiras plásticas que se adhieren sobre la frente del niño y que pueden indicar si tiene fiebre, pero no son fiables a la hora de medir la temperatura exacta, sobre todo en bebés y niños muy pequeños. Si necesita saber la temperatura exacta de su hijo, no son los más adecuados.

Termómetros para chupar

Pueden parecer apropiados, pero son menos fiables que cuando se toma la temperatura rectal y no deben utilizarse en bebés menores de 3 meses. Además, es necesario que el niño mantenga el termómetro en la boca durante varios minutos sin moverse, algo casi imposible para la mayoría de los bebés y niños pequeños.

Termómetros de mercurio

Aunque son precisos y en muchos hogares se siguen usando, numerosas instituciones médicas, como la Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), aconsejan no utilizarlos por temor a una posible exposición al mercurio, una toxina ambiental bastante peligrosa. Desde el 2007, en España quedó prohibida su fabricación debido a su efecto contaminante. Si usted aún tiene un termómetro de mercurio, NO LO TIRE A LA BASURA porque esta sustancia puede filtrarse. Mejor pregunte a su médico cómo deshacerse de su termómetro de mercurio.

Quién le iba a decir a Galileo Galilei que su termoscopio sería el antecedente de uno de los instrumentos de medición de la temperatura más útiles y populares de muchas generaciones.