Cómo ahorrar gas en la cocina: 12 trucos que salvarán tu bolsillo

El gas se ha convertido en una necesidad, sin embargo, su costo llega a ser elevado, en especial si no lo cuidamos. Para reducir tu consumo, aprende cómo ahorrar gas en la cocina: 12 trucos que salvarán tu bolsillo.

Ya sea que uses gas natural o gas LP, coincidirás en que no se trata del recurso más económico, aunque sí muy necesario. En México el uso de calefacción se reduce a algunos estados, por lo que el consumo principal de gas se distribuye entre el uso del agua caliente y la cocina.

¿Cómo ahorrar gas al cocinar?

Cuando buscamos ahorrar gas, no podemos dejar de lado la cocina, tomando en cuenta que es uno de los lugares donde más se gasta. Para lograrlo, sigue estas recomendaciones:

• Elige los utensilios correctos para cocinar. Aunque solemos pensar que cualquiera que pueda colocarse directo en el fuego funciona, el sitio de gastronomía Directo al Paladar, explica que si buscas ahorrar gas, los mejores materiales son:
  • Acero inoxidable: permite cocinar de forma más rápida que otros como el hierro fundido o el barro, aunque mejor elegir una base de aleación de aluminio y cobre para que transmita mejor el calor.
  • Ollas con base de aluminio. Aunque el aluminio no se recomienda del todo para cocinar, pues desprende fácilmente residuos, cuando está presente en las bases de las ollas de otros materiales, funciona como excelente difusor del calor.
  • Esteatita. Es un material relativamente nuevo, pero de origen natural y buen conductor de calor, lo que permite tiempos de cocción menores y con temperaturas más bajas.
• Además de elegir el material correcto, es importante mantener tus ollas y sartenes en buen estado. Cuida que su superficie se mantenga brillante, de esta forma refleja el calor y calienta mejor tus alimentos con menor cantidad de gas.
• El tamaño sí importa. Los utensilios deben ser más grandes que tu hornilla o al menos del mismo tamaño, de lo contrario, se desperdicia el calor escapando la llama por los lados.
• Cocina siempre con tapa. Este consejo es especialmente importante para preparaciones que requieren una cocción mayor, como los guisados. Al tapar las ollas o sartenes, se aprovecha mejor el calor, ahorrando, según expertos, hasta un 25 por ciento de energía.
• Revisa la flama. Esta debe ser de un color azul, lo cual indica una correcta combustión de gas, de lo contrario, cuando es amarilla, significa que el proceso de quemado es incompleto y no se está aprovechando bien el gas.
• Por eso es importante mantener limpios y en buen estado nuestros quemadores. Si pese a esto continúa mal la flama, consulta a un técnico.
• Al hervir, baja la flama. Dejar la comida hirviendo a la temperatura más alta por mucho tiempo, sólo provoca un desperdicio de gas, pues una vez que algo llega a punto de ebullición, no puede calentarse más, sino que se empieza a evaporar el líquido. Para sazonar, mantén el hervor a fuego bajo.
• Otro truco, es terminar de cocinar los alimentos con el calor residual, apagando el gas una vez que estén prácticamente cocinados.
• Piérdele el miedo a la olla exprés. Muchos platillos pueden cocinarse en la olla de presión en un menor tiempo, lo cual significa un ahorro de gas y tiempo. Según aproximaciones, con este método se puede ahorrar hasta 50 por ciento de la energía que gastaría cocinar de forma tradicional.
• Descongela antes de cocinar. Si congelas carne, pollo, pescado o cualquier otro alimento y después lo cocinas, lo mejor es descongelarlo una noche antes en el refrigerador. Cocinarlo congelado te llevará más tiempo y, por lo tanto, gasto de gas.
• Organiza todo antes de cocinar. Los sartenes y ollas no necesitan mucho tiempo para calentarse, evita gastar gas mientras picas o buscas lo que necesitas para cocinar.
• Al hornear, evita abrir el horno constantemente. Cada que abres el horno, se puede perder hasta un 20 por ciento del calor.

Foto: iStock

¿Por qué es importante cocinar los alimentos?

Aunque queramos ahorrar gas, algunos alimentos es indispensable que sean cocinados, pues suelen asociarse con enfermedades e intoxicaciones alimentarias. De acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC), los alimentos crudos de origen animal, tienen más probabilidades de estar contaminados.

Cuando esto sucede, pueden contener microbios que te hagan enfermar. Por ejemplo, las aves crudas contienen Campylobacter, Salmonella, Clostridium perfingens, mientras que las carnes crudas salmonella, E. coli, Yersinia y otras bacterias.

Afortunadamente, cocinar bien estos alimentos, ayuda a destruir los microbios, en especial si se logra una temperatura interna promedio de 74 °C, para lo cual es mejor usar un termómetro para carnes.

Los huevos y mariscos no quedan fuera de riesgo, por lo que es necesario cocinar los huevos hasta que la yema y clara estén firmes, lo mismo en el caso de los mariscos, en especial los que se alimentan por filtración, como las ostras.

En cuanto a las frutas y verduras, en ocasiones también pueden contener microbios dañinos como Salmonella, E. coli y Listeria, por es importante lavarlas muy bien y, muchas veces, es mejor si se cocinan, en especial cuando son consumidas por niños menores de 5 años, adultos mayores, personas con problemas de salud y mujeres embarazadas, de acuerdo a CDC.

Asimismo, cocinarlas puede ayudar a mejorar la digestión de ciertos vegetales, como el brócoli o la col.

Mantén a tu familia protegida de intoxicaciones alimentarias, sin sacrificar tu bolsillo, siguiendo estos consejos para ahorrar gas en la cocina.

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