Células contentas: el plan alimentario que no se enfoca en la dieta y promete buenos resultados para tu físico y tu salud

El sueño de todos es poder comer lo que queramos sin temor a subir de peso o poner en riesgo nuestra salud. Creemos que para lograrlo, la única salida es recurrir a la dieta. Sin embargo, parece no ser la mejor opción. Para conocer más sobre el proyecto “Células contentas”, hablamos con el Dr. Homero David Santiago Muñoz. 

El especialista es Bariatra y Coach Ontológico certificado, Perito Clínico en Nutrición por el Colegio Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Lo que busca es facilitar el aprendizaje en materia de nutrición al público en general. Quiere que la gente descubra que comer de todo no es malo y tampoco es motivo para poner en riesgo la salud. 

Qué es el metabolismo y qué tiene que ver en todo esto

Foto Cortesía Dr. Homero David Santiago Muñoz

El Dr. señala que el metabolismo es la obtención de energía. Al respecto, la Biblioteca Nacional de Medicina indica que se trata de todos los procesos físicos y químicos que convierten o usan energía; por ejemplo: respiración, contracción muscular, digestión, funcionamiento del cerebro y la eliminación de desechos.

Cuando hay síndrome metabólico significa que existe resistencia a la obtención de energía. Este síndrome se desencadena por una vida sedentaria, sobrepeso y obesidad o resistencia a la insulina. Por ende, el experto señala que hay una triada de factores que impiden el adecuado funcionamiento: hipertensión, obesidad y diabetes. Tener demasiada grasa abdominal, nivel alto de triglicéridos o presión alta pueden desencadenar graves consecuencias a la salud.

¿La alimentación influye más que la genética en el metabolismo?

En cuanto a la genética, indica que es la transmisión de información de persona a persona. Puede haber un proceso de cambio para permitir que el funcionamiento sea diferente y así poder romper el círculo vicioso de la transmisión que se da generación tras generación. Existe la genética funcional (lo que se puede cambiar: forma de pensar, lo que comes, las decisiones que tomas, estilo de vida, etc.) y la genética estructural (no se cambia: tienes la misma nariz que tu papá o eres de la misma estatura que tu mamá).

El experto señala que la alimentación va ligada a la nutrición, aunque recalca que la alimentación es más importante que la nutrición. 

El Dr. pregunta, “¿qué es más importante: la alimentación o la nutrición?”. La mayoría de las personas concluyen que la nutrición es primordial, pero el Dr. señala que la alimentación es la clave para que las células coman. “Las células necesitan un sustrato alimenticio que contenga valor biológico que permita que las sustancias o los nutrientes sean disgregados y usados por ellas. Todo esto dependerá de ¿qué elige la persona comer? La nutrición no es voluntaria, mientras que la alimentación sí lo es.”

¿Qué pasa con las emociones, tienen alguna relación con la dieta?

La Revista Chilena de Nutrición indica que las emociones tendrían un rol en la elección, cantidad o calidad de los alimentos que se consumen. Eso afecta de manera directa el aumento o disminución de peso. 

El bariatra comenta que sí existe una relación entre ellos. Las emociones están ligadas a estímulos que producen sensaciones. Aunque antes de las emociones se encuentra el nivel de pensamiento, que es más importante.

Para el doctor, la ontología  de la alimentación es el vínculo natural entre el cuerpo físico y la forma en que el cuerpo procesa los estímulos externos, para elegir el alimento que más nos convenga y así la célula pueda recibir su alimento.

Desde el punto de vista de la ontología <estudio del ser>, la estructura es:

- Pensamiento. Cómo pienso e interpreto las cosas.

- Emociones. Plenitud de las sensaciones.

- Cuerpo físico. Funcionamiento orgánico.

Hambre no es lo mismo que apetito

Muñoz dice: “mucho de lo que comemos o las decisiones que tomamos están ligadas a una sensación. La sensación primaria se llama apetito y es diferente al hambre. El hambre es una disposición que tiene el cuerpo como señal de emergencia. Cuando tienes hambre no  defines lo que vas a comer, comes lo que sea. 

En caso del apetito, defines perfectamente lo que quieres comer. Eso se conoce como una sensación que tiene un proceso de pensamiento que sucede en los hemisferios cerebrales (encargados de regular y analizar por medio de un proceso endócrino, qué nutrientes se necesita, la cantidad y tipo), para que pueda entrar la sensación”.

Las emociones son la sensación o cuerpo de las emociones, dirigida por el pensamiento. Los alimentos (lo que decidimos comer) tiene ese vínculo, aunque la gente lo transforma de forma incorrecta pensando que los alimentos engordan o que las calorías tienen relación directa con la obesidad. 

¿Qué pasa con la obesidad?

El Dr. Santiago la ve como una reacción de muerte celular acelerada. Considera que en un principio no es enfermedad, se trata de una respuesta biológica que está accionada por carencias nutricionales. La obesidad indica que el cuerpo está muriendo más rápido de lo que debería a causa del estrés oxidativo. 

Al haber descontrol del estrés oxidativo, el cuerpo se encarga de almacenar grasa a modo de reserva de energía. O sea, acumula grasa por sobrevivencia. Por lo tanto cree que la obesidad es una respuesta de adaptación a la sobrevivencia.

El estrés también juega un papel importante

El experto comenta que el estrés influye de manera directa, pues promueve la falta de oxigenación en el cuerpo. Estrés viene de una palabra inglesa que significa “estrangula” o hace un aprisionamiento en la zona del epigastrio, donde el cuerpo contrae. Cuando no hay adecuada respiración, las células dejan de recibir el oxígeno que necesitan. Ante la falta de oxígeno, la recepción de nutrientes deja de ser buena y no se irrigan los nutrientes de forma adecuada.

A partir de eso, el cuerpo disminuye el suministro de alimento a la célula y activa el mecanismo de captura de grasa. No sucede de forma inmediata, pero señala que es un condicionamiento.

Los alimentos engordan, ¿cierto o falso?

El Dr. Muñoz recalca que los alimentos no engordan. Para que una persona engorde, tiene que haber un proceso en donde el alimento no le aporta nada a la célula. La señal de captura de grasa no deriva del sustrato alimenticio. Se trata de una célula deprimida que no recibió el alimento y por ende el cuerpo emite una orden de captura de grasa, por falta de nutrientes. 

Cuando existe respaldo nutricional, se toma lo que sirva para el organismo y se desecha lo que no sirva. Así que los carbohidratos no son enemigos en la alimentación, sino todo lo contrario. Para que un cuerpo adelgace zonas de grasa, necesita consumir carbohidratos alimenticios: frutas, verduras, cereales integrales y leguminosas.

También existen los carbohidratos que el Dr. considera alimentos divertidos y ya no entran en la categoría de alimento celular. Por ejemplo: pastas, pasteles, refrescos, etc. Su consumo no sería problema, siempre y cuando haya el sustento nutricional correcto. 

Los macro y micronutrientes tienen un papel importante

+ Macronutrientes. Son energéticos. Muñoz los llama los nutrientes grandotes, o sea, todo lo que comemos. Es la comida para el ser vivo. Hay 3 grupos: hidratos de carbono, proteínas y grasas.

+ Micronutrientes. Es la comida para las células, son la funcionalidad y estructura. Aquí, los hidratos de carbono aportan vitaminas y minerales, las proteínas aportan aminoácidos y las grasas aportan ácidos grasos esenciales.

¿Por qué hay antojos?

Muñoz señala que hay 3 tipos de antojos:

#1 Antojo de la mente. Se induce por medio de estímulos externos. El cuerpo no necesitaba nada, pero al ver un anuncio o al ir a la tienda se antoja algo. No se trata de un antojo genuino o biológico, es un antojo inducido. Este tipo de antojo no hace daño siempre y cuando las células tengan lo necesario.

#2 Antojo de la boca. Muñoz da este ejemplo: “Cuando acabo de comer y quiero algo dulce, pero no defino qué es ese algo”, se trata de un antojo de diagnóstico. Sucede porque el cuerpo está deshidratado. Se trata de una señal química que indica que le falta agua al cuerpo.

#3 Antojo del estómago. Se trata de un antojo biológico, conocido como apetito. El Dr. lo define así: “¿qué quiero comer? piensas y tienes una imagen clara, huevo con jamón y frijoles”. Ese antojo hace adelgazar porque cubre las necesidades nutricionales a nivel celular.

Los antojos pueden suceder por diversas causas:

º Un antojo claro puede derivarse del gasto energético que hay en el día a día.

º El antojo también puede ser ocasionado por el estrés. 

Cuando existe buena hidratación, los antojos son esporádicos y no hay inclinación a comer cosas dulces. Además, se absorbe la energía de los alimentos y ayuda a que los niveles de glucosa en la sangre sean estables por más tiempo.

Por lo tanto Muñoz recalca: “comer con hambre no es lo mismo que comer con apetito. Comer con hambre se trata de un acto de desesperación, pues no se distingue lo que se come. Comer con apetito es selectivo”.

La dieta y el efecto rebote

El Dr. señala que la gente asocia la palabra “dieta” con “dejar de comer”.  La dieta es un régimen alimenticio donde hay restricción calórica y de grupos alimenticios, lo que conlleva a que el cuerpo disminuya la ingesta.

La gente cuando baja de peso, cree que lo que está eliminando es grasa. Sin embargo, sólo castiga la ingesta de alimentación y el cuerpo entra en una etapa de eficiencia o eficacia metabólica donde lo que hay en realidad es pérdida de músculo y líquido. Eso, señala Muñoz, se traduce como una agresión al cuerpo. 

El rebote, Muñoz lo traduce como una respuesta natural ante el estado de carencia. Sucede por la restricción de alimentos, pues el cuerpo se prepara para sobrevivir. Pues el organismo manda una señal química que ayuda a que los adipocitos, para que la persona pueda estar con poca comida en el día a día.

¿Qué pasa con las pastillas para “perder peso”?

Son medicamentos que contienen orlistat, un tipo de anorexígeno que es inhibidor del apetito. Son dañinos, pues actúan a nivel de la tiroides y el hipotálamo, interrumpiendo los impulsos del apetito. Como resultado el hambre desaparece y el sistema nervioso se altera. También causan mucha sed.

Con las pastillas, bajas de peso pero no metabolizas la grasa, por lo que subirás de peso en grasa. La “grasa” que desecha el cuerpo, en realidad no es humana, sino sintética, derivada de las pastillas. El Dr. indica: “la única forma de quitar el apetito es con comida.”

¿Qué es “Células contentas”, el programa que ofrece el Dr. Muñoz?

Foto Cortesía Dr. Homero David Santiago Muñoz

El objetivo de este programa creado por el Dr. David es ayudar a que la gente fomente la salud sin descuidar lo sabroso de la comida. Quiere ayudar a identificar las carencias alimenticias a través de 6 marcadores.

#1 Cantidad suficiente de alimentos.  No debes quedarte con hambre.

#2 Variedad de alimentos. Considerar que el cuerpo necesita los macro y micronutrientes.

#3 Frecuencia alimentaria. Muñoz sugiere que no deben pasar más de 4 horas entre cada alimento para regular la glucosa en la sangre. 

#4 Masticación.

#5 Hidratación.

#6 Descanso reparador.

Llevando a cabo los 6 marcadores, hay mejor metabolismo y obtención de energía para tener una vida más plena. El cuerpo tendrá mejor estructura, energía y funcionalidad. Le llama “Células contentas” porque significa darles de comer y que reporten bienestar.

Cuando existen problemas como: gastritis, colitis, estreñimiento, inflamación o dolor de cabeza; quiere decir que hay alteraciones en el cuerpo y éste sufre metabólicamente, por lo que no hay células contentas. 

Su método consiste en:

* No pesarse.

* No contar calorías.

* No medir las porciones de alimento. 

Ahora que ya conoces más sobre este novedoso método, contacta al Dr. Muñoz para empezar a cambiar tu vida ya.