¿Antojo de sal? Toma nota de esto antes de que te "sales"

Por: Lourdes de la Concepción Alanis Gallardo

Si últimamente has sentido un gran antojo por alimentos salados, incluso, por comer pizcas de sal sola, cuidado, detrás de ello podría estar una enfermedad que debes conocer... 

 

 

El antojo de sal podría revelar que tus índices de sodio están por debajo de los parámetros normales, sin embargo, también podría ser una señal de alerta de la Enfermedad de Addison. 

 

 

Pero, ¿qué es la enfermedad de Addison? 

 

 

De acuerdo con especialistas de Mayo Clinic, la enfermedad de Addison, o insuficiencia suprarrenal, es provocada cuando el cuerpo no produce ciertas hormonas en cantidades normales y las glándulas suprarrenales generan poco cortisol. 

 

 

 

 

Entre los principales síntomas de la enfermedad de Addison está el antojo desmedido de comer sal. Otras de las señales de alerta son

 

- Diarrea

 

- Náuseas 

 

- Dolor abdominal 

 

- Bajos niveles de azúcar en la sangre 

 

- Cansancio 

 

- Desmayos 

 

- Oscurecimiento de la piel 

 

- Dolor de articulaciones 

 

- Pérdida de vello corporal 

 

- Cambios bruscos de ánimo (incluso depresión)

 

Hay casos en los que dichos síntomas se manifiestan de manera intempestiva. La enfermedad de Addison puede ser mortal, por ello es vital que ante la mínima señal de alerta acudas al médico de manera inmediata. 

 

 

Para hacer un diagnóstico certero y verificar que efectivamente se trata de la enfermedad de Addison, el médico realiza una muestra de sangre, una tomografía computarizada del abdomen para checar a la glándula suprarrenal, prueba de hipoglucemia inducida por insulina, entre otras. 

 

 

El tratamiento depende del caso, pero por lo regular consiste en la toma de medicamentos especiales para regular los niveles de hormonas que el organismo, a consecuencia de la enfermedad de Addison, no produce. 

 

 

Así que ya lo sabes si tienes ansiedad por comer sal y presentas más síntomas de la enfermedad de Addison, no lo dejes pasar y acude al médico lo antes posible. Cuídate y recuerda que todo mal tratado a tiempo reduce el riesgo de complicaciones.