Adenoides contra infección respiratoria

Por: Deya Cano

Es común escuchar entre médicos hablar sobre adenoides o vegetaciones, principalmente durante el crecimiento de los niños.

 

En México, es poca la información que se ha difundido al respecto. Simplemente son reconocidas como unas glándulas que están en la garganta y que originan infecciones en los niños. Pero, ¿qué son? y ¿qué función tienen en el organismo?. Esa es la cuestión.

 

Las vegetaciones, conocidas como adenoides, se encuentran en la parte superior de la garganta, una a cada lado, detrás de la nariz y en el paladar a nivel de la faringe, es decir, en la garganta.

 

Las vegetaciones forman parte de lo que se denomina anillo linfático de Waldeyer; el cual representa un mecanismo de defensa para el organismo ante la entrada de microorganismos agresores, encargándose de su depuración y ataque.

 

Las adenoides se encuentran interconectadas con otras estructuras: amígdalas linguales identificadas como amígdalas palatinas y, por último, amígdalas faríngeas o “adenoides”, que son considerada de menor importancia distribuidas por la mucosa que reviste la boca, lengua, paladar y faringe.





Respecto a las enfermedades que pudieran surgir en adenoides, la Federación Mexicana de Otorrinolaringología, Cirugía Cabeza y Cuello A.C. (FESORMEX) comenta que básicamente son dos:

 

1. La infección en adenoides recibe el nombre de adenoiditis.

2. El aumento de tamaño de éstas, que recibe el nombre de hipertrofía.



Si bien ambas enfermedades pueden darse por separado, generalmente lo hacen junta, es decir, se comienza con una infección, posteriormente la inflamación y crecimiento de tamaño.

Aprende a identificarla

Los médicos especialistas de dicha federación, aclaran que es normal que las vegetaciones aumenten su tamaño desde el nacimiento hasta los cuatro años de edad, para luego comenzar a disminuir hasta desaparecer en la edad adulta. Los síntomas más comunes son:

 

1. Obstrucción nasal en el menor, el cual no le permite respirar de manera normal.

2. Abundante moco espeso en nariz.

3. Voz gangosa o ronca.

4. Roncar por las noches.

5. Vómito por grandes cantidades de mucosidad en garganta.

6. Dolor de oído.

 

Ya identificados los síntomas y determinado un diagnóstico por un médico especialista en otorrinolaringología, el tratamiento a seguir como primera opción es con medicamento; esto con la finalidad de eliminar la infección en adenoides, a causa de la abundante mucosidad.