5 tips increíbles para elegir un curso de verano

Por: Consuelo Hernández

Los motivos para enviar a tus hijos a cursos de verano pueden ser muchos y la probabilidad de que asistan es muy alta. Tal vez lo hagas porque trabajas y no tienes tiempo de cuidarlos; porque obtuvieron bajas calificaciones en algunas materias y deben reforzar conocimientos o, quizá, resulta ser una buena opción para que se entretengan en algo útil durante las vacaciones, señala Carlos Armando Ávila Cota, consultor pedagógico de Amco.

 

Es importante, como padres de familia, determinar si es conveniente y útil que los niños sigan con actividades estructuradas y horarios fijos durante sus vacaciones. Lo cierto es que estos cursos pueden ser de gran ayuda para papá y mamá, si ambos trabajan, aunque también pueden ser una opción para realizar actividades que ayuden a la formación y entretenimiento de los niños durante el periodo vacacional.

 

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No obstante, es recomendable elegir el tipo de curso, de acuerdo a los intereses o necesidades de los niños, ya que la oferta de experiencias durante el verano es variada, desde actividades recreativas, artísticas y deportivas hasta académicas, señala Carlos Ávila, consultor pedagógico de Amco, líder en investigación, desarrollo e implementación de metodologías educativas.

 

Un punto a considerar en la elección de un curso de verano es el estilo de vida que llevamos actualmente, que ha generado un cambio drástico en relación a las actividades de educación, aprendizaje y recreación de las nuevas generaciones, por lo que cada día es mayor la necesidad de tener experiencias que aporten al desarrollo integral de los niños.

 

¡Identifica estos factores para que disfruten los cursos!

 

Aspectos que debes tomar en cuenta para elegir un curso de verano:

 

 

Por otro lado, los avances tecnológicos conducen a la llamada “generación Net”; a estar sentados horas y horas frente a la computadora, y para evitar este sedentarismo los cursos de verano pueden ser un medio para llevar a los niños a otros escenarios y enriquecer sus experiencias de vida.

 

Por ejemplo, llevarlos a espacios abiertos, a un campamento de verano, permitirá que  la convivencia y comunicación con otros niños sea directa y no mediante una red social por internet.

 

No obstante, lo más importante que los padres de familia tienen que considerar antes de tomar una decisión es que sus hijos quieran vivir la experiencia, pues los cursos de verano no deben convertirse en un “castigo”, ya que si los niños se sienten “fastidiados” por participar en ellos, esto traerá en consecuencia una desmotivación permanente al regresar a la escuela.

 

La elección de un curso de verano debe ser un momento de diálogo y acuerdo familiar, pues cuando los niños tienen opciones para elegir, se sienten seguros y tomados en cuenta, su autoestima se fortalece y, lo más importante, quieren vivir la experiencia y aprovecharla al máximo, concluye Carlos Ávila.