4 formas de saber si tu conjuntivitis es contagiosa o no

La conjuntivitis es una de las enfermedades del ojo más comunes, y también de las más tratables. Es una inflamación de la conjuntiva, la membrana fina y transparente que recubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo, que provoca que sean más visibles los vasos sanguíneos, lo que hace que el ojo se vea rosado o rojizo.

Es una enfermedad que no discrimina, y puede aparecer en cualquier persona sin importar la edad. Pero no todos los casos de conjuntivitis son iguales, algunos son muy contagiosos y otros no pueden pasar de persona a persona. Te dejamos algunos puntos para diferenciarlos:

1. Conjuntivitis alérgica

Este tipo de conjuntivitis no es contagiosa, y aparece generalmente por motivos ambientales como exposición al polen, polvo o ácaros. Es más frecuente en personas que sufren otras alergias y puede ocurrir en ciertas estaciones o al entrar en contacto con animales.

Esta suele ir acompañada de ardor o picazón en los ojos, así como mucosidad y picazón nasal. 

2. Conjuntivitis irritante

Esta tampoco es contagiosa y generalmente ocurre cuando entra un cuerpo extraño al ojo o si nos exponemos a gases, humo o sustancias químicas.

Otra razón por la que aparece es por usar los lentes de contacto por más tiempo del recomendado. 

3. Conjuntivitis viral

Cuando la irritación es causada por un virus es muy contagiosa, y puede provocar brotes grandes al propagarse rápidamente. Este tipo de conjuntivitis usualmente desaparece por sí misma después de unos días, y se recomienda el uso de compresas frías para aliviar las molestias. Los principales síntomas son lagrimeo y picazón en los ojos y  sensibilidad a la luz. Pueden estar afectados uno o ambos ojos.

Se puede transmitir por: 

• Contacto personal cercano (como tocar o darle la mano a otra persona).
• Al toser o estornudar.
• Tocar superficies u objetos contaminados y tocarse los ojos antes de lavarse las manos.

4.  Conjuntivitis bacteriana

Este tipo de irritación también es sumamente contagiosa, y se propaga de la misma manera que la viral, pero a diferencia de esta, puede ocasionar serios daños al ojo si no se trata. La puedes diferenciar de la conjuntivitis viral porque provoca una secreción amarilla o verdosa que puede llegar a ser tan abundante que no permita abrir los ojos. Si esto ocurre es importante acudir al especialista inmediatamente, ya que el tratamiento requiere antibiótico. 

Puede ser difícil distinguir entre los diferentes tipos de conjuntivitis, porque los síntomas son similares. Ante la duda es mejor consultar al oftalmólogo. Visita el sitio muchoquever.org y conoce la gran plataforma creada por Laboratorios Sophia, donde podrás contactar a una gran cantidad de médicos oftalmólogos y ubicar el más cercano a tu domicilio.