Azúcar, más adictiva y peligrosa que la cocaína... ¡y legal!

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Salud180, El estilo de vida saludable
15-02-2018

“El azúcar es la droga más peligrosa de todos los tiempos y se puede conseguir sin restricción en cualquier lugar sin advertencias sobre su consumo”,  Paul van der Velpen, ex jefe del servicio de salud en Ámterdam.

No podemos negar que el azúcar es deliciosa y adictiva. Nos acostumbramos a comer dulce y queremos más y más y más, incluso cuando ya no tenemos hambre.

Seguramente te ha pasado que comes unos ricos huevos y después de uno o dos quedas satisfecha. Pero, ¿qué tal cuando tienes enfrente de ti un paquete de galletas de chocolate con relleno cremosito? ¡Podemos seguir comiendo aunque nos duela el estómago!

No estás sola, a todos nos pasa porque el azúcar es más adictiva que el tabaco o la marihuana o la cocaína.

Altamente tóxica

“No solamente la diabetes es consecuencia de su consumo, sino que enfermedades como el cáncer, la depresión, infertilidad, problemas del corazón, demencia, y alteraciones de la piel como el acné, se alimentan de esta adictiva sustancia”, comenta Ingrid Macher, autora del libro De gordita a mamacita.

El azúcar eleva los niveles de azúcar en la sangre sin aportar nada nutritivo, hace que las funciones del metabolismo se vuelvan más lentas, provoca que el cuerpo acumule grasa y dispara las de comer más azúcar.

Azúcar, tan adictiva como la cocaína
¿Por qué nos gusta el azúcar?

La realidad es que deseamos el azúcar instintivamente. Nacemos golosos. Un estudio de la Universidad de Washington, encontró que los recién nacidos tienen una marcada preferencia a los sabores dulces.

Los científicos creen que se trata de un vestigio evolutivo. En la antigüedad los niños que preferían alimentos ricos en calorías tenían más probabilidades de sobrevivir cuando escaseaban los alimentos.

 

Azucar adicción
El problema está en la cantidad

La azúcar refinada está disponible en todos lados y sin control. Incluso hay alimentos procesados que tienen escondida cierta cantidad de azúcar. La cantidad que consumimos es lo que hace daño.

 

De acuerdo con el Departamento de Salud del estado de New Hampshire, en los Estados Unidos, un adulto normal consume 22 cucharadas de azúcar al día, unos 70 kilos año, mientras que un niño puede llegar hasta 34 cucharadas diarias, unos 108 kg al año (o más).

Nuestro cuerpo no puede distinguir entre el azúcar natural de la fruta, la miel, la leche o la procesada a partir de la caña de azúcar o la remolacha. Todo es descompuesto por fructuosa o glucosa por el organismo.

Los médicos aseguran que las azúcares no deberían aportar más del 10% de la energía del día (sin importar si proviene de fruta, miel mermelada, refresco, galletas, etc):

Consumir azúcar con moderación no tiene por qué causar ningún problema. De hecho eleva nuestro estado de ánimo porque hace que el cerebro segregue serotonina, “la hormona de la felicidad”, pero en exceso las consecuencias son graves. 

 

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