Ozonoterapia para eliminar el dolor naturalmente

El ozono médico fue usado por primera vez durante la Primera Guerra Mundial para la limpieza y desinfección de heridas. Sin embargo, debido a su carácter agresivo y corrosivo, especialmente cuando se ponía en contacto con ciertos materiales como la goma, hizo imposible su utilización y expansión dentro del ámbito médico. Hasta la aparición de los plásticos duros fue posible la creación de generadores de ozono para uso médico que permitían la dosificación exacta de la mezcla ozono/oxígeno (5% de ozono como máximo y un 95% de oxígeno). Esta forma de tratamiento está muy extendida en el centro de Europa, pero es en Alemania, Austria y Suiza donde se practica de forma habitual. Se han creado sociedades médico-científicas de Ozonoterapia en estos países, así como en Cuba e Italia, con la finalidad de promover y apoyar los numerosos estudios acerca de la terapia.

Cómo se aplica la ozonoterapia

Según la médica argentina Susana Esperanza, pionera en el uso de esta terapia en su país, se trata de una “terapia natural que no tiene efectos secundarios ni contraindicaciones, que puede ser usada por jóvenes y gente mayor”. Dado que una de sus cualidades es la de regular los procesos inflamatorios -presentes en 85% de las patologías, como diabetes, enfermedades cardiovasculares, inmunológicas- “el abanico terapéutico de la ozonoterapia es amplísimo”.

Según la experta, existe una situación bioquímica que se produce en el organismo, conocida como estrés oxidativo, que es la causa que inicia las patologías: una patología puede empezar por un proceso infeccioso o inmunológico y el organismo responde frente a la alteración con un proceso inflamatorio tratando de frenar esa agresión. El ozono regula ese proceso.

Patologías que pueden tratarse con la ozonoterapia

Dicen los especialistas en el tema que para que la técnica sea efectiva, el paciente tiene que estar bien diagnosticado. Según la doctora Esperanza, las patologías que más son tratadas a través de la ozonoterapia son las de columna, la artritis reumatoide, los dolores musculares, las lesiones deportivas y las úlceras vasculares. Las sesiones consisten en una infiltración de ozono muy superficial; a la cuarta aplicación se observa la evolución y si el paciente no responde (ocurre en 10% de los casos) se abandona el tratamiento. Esta terapia también tiene usos estéticos con buenos resultados en tratamientos de rejuvenecimiento corporal, tratamiento anti-estrés y anti-age y desaparición de la celulitis. El ozono se genera con oxígeno, por lo que no tiene efectos adversos y su aplicación en este tipo de tratamiento es inocua, sin complicaciones ni efectos secundarios.