7 consejos científicos que te ayudan a no preocuparte

Inestabilidad laboral, problemas familiares o, simplemente las exigencias del día al día, son razones suficientes para que una persona experimente preocupación; la cual a la larga puede afectar su salud.  Un estudio de la Universidad de Columbia sugiere que esta emoción puede estar relacionada con padecimientos como el síndrome de colon irritable, migraña, diabetes e hipertiroidismo.

Liliana Traiber, experta de la Clínica de Ansiedad y Estrés, señala que el 8.9% de la población general va a tener un cuadro de preocupación excesiva, y quienes más lo padecen con frecuencia son las mujeres. Sin embargo, ¿cómo se puede controlar la preocupación?

  ¡No puedes pensar en otra cosa!

Una investigación de la Universidad de Surrey describe a la preocupación como una cadena de pensamientos e imágenes que negativas y relativamente incontrolables. Aunque existen algunas opciones para controlar la preocupación, con información del Huffington Post te presentamos 7 consejos científicos para lograrlos:

1. Dale un tiempo a esta emoción. En lugar de preocuparte todo el día, designa un periodo de 30 minutos para tu problema. Investigadores de Penn State encontraron en un estudio de 2011 que un programa de control de estímulos de cuatro pasos puede ayudar a que  la gente tome el control de sus ansiedades: identificar el objeto de preocupación, un tiempo y lugar para la preocupación, piensa en otra cosa, se productivos.

2. Adiós al internet. Un estudio reciente de la ansiedad,  en el Reino Unido,  mostró que casi la mitad de la gente se siente "preocupada o incómoda" al  estar lejos de correo electrónico o Facebook.

3. Sé conscientes.  Tener conocimiento entero de nuestras emociones y pensamientos puede ser la estrategia ideal para evitar las preocupaciones, ya que de esta manera te permite alterarlos y hacerlos más positivos, así lo indica un estudio de la Universidad de Surrey.

4. Aceptación. Una investigación expuesta en la revista Behaviour Investigación y Terapia mostró que las personas que, naturalmente, tratan de reprimir sus pensamientos no deseados terminan sintiendo más angustia.

5. Escribe. Dejando todas tus emociones en el papel antes de tomar una decisión puede  ayudarte a disminuir tu preocupación,  según un estudio publicado en la revista Science. Esto se debe a que se vacían los miedos y despeja la mente.

6. Romper las reglas. De acuerdo con la Universidad de California, seguir las reglas puede ser algo estresante y una gran fuente de preocupación. Algo muy diferente cuando se rompen ya que esto puede llegar a ser liberador.

7. Mantener las manos ocupadas. Participar en actividades que mantengan tus  manos ocupadas y la mente distraída podría ayudar a evitar los pensamientos de las experiencias traumáticas, según un estudio del Consejo de Investigación Médica, en Inglaterra.

Controlar la preocupación no tiene que ser una acción imposible de realizar, confía en ti y toma el control de tu vida. ¡Inténtalo!