Día internacional contra la explotación sexual

El 23 de septiembre es el Día Internacional Contra la Explotación Sexual. El abuso y explotación sexual de niños, niñas, adolescentes y adultos para la satisfacción sexual a cambio de una remuneración de dinero o especie, constituye una forma de coacción y violencia, considerada una variante contemporánea de esclavitud, de acuerdo a la definición del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF.

La prostitución infantil, la trata, la venta de infantes, jóvenes y adultos con fines sexuales así como la producción, promoción y divulgación de materiales pornográficos, son consideradas prácticas que involucran la explotación sexual. Algunas estimaciones indican que el número de niños y niñas que son víctimas de trata de menores de edad es cerca de 1.2 millones cada año

La agencia de servicios sociales de México informó a la UNICEF sobre la existencia de más de 16 mil niños y niñas que ejercen la prostitución; los destinos turísticos son las zonas donde más abundan, tales como las ciudades de Cancún o Acapulco.

La Organización Mundial de la Salud indica que el tráfico y la trata de personas es una industria de muchas ganancias y bajo riesgo, ya que en muchos casos las sanciones son poco severas. Sin embargo, la OMS advierte que la explotación sexual no es de bajo riesgo para las personas abusadas, ya que va acompañada de consecuencias sanitarias que afectan el bienestar físico, mental y social, lo cual representa una amenaza contra la vida.

Consecuencias en la salud

Algunas de las principales preocupaciones de la OMS respecto a la explotación sexual son:

• Violencia: la violencia psicológica, física y sexual pueden provocar en las víctimas depresión, intentos suicidas, heridas, e inclusive la muerte. 

• Salud reproductiva: cualquier tipo de participación en la industria del sexo, ya sea bajo explotación o por libre decisión, se asocia con un mayor riesgo de padecer infecciones de transmisión sexual, embarazo no deseado, abortos forzados y todas las implicaciones que estas prácticas implican en la salud.

• VIH/SIDA: las probabilidades de padecer VIH/SIDA aumenta en las víctimas de explotación sexual debido a que no tienen acceso a condones. El riesgo aumenta en estos casos debido a los desgarres en el tejido vaginal y anal debido a prácticas de sexo violento, violaciones o úlceras asociadas a ITS.

• Uso y abuso de sustancias ilegales: las víctimas de la industria del sexo consumen drogas y alcohol como vía de escape de la realidad. Generalmente su uso voluntario o no, conduce a adicciones.

• Poco acceso a servicios de salud