Calidad en la relación: calidad en el sexo
POR: Mariana Peña
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Uno de los resultados más consistentes de las investigaciones del The society for the scientific study of sexuality (SSSS), indican que existe una relación intrínseca entre satisfacción sexual y satisfacción con la relación en general, con el compromiso y la estabilidad, tanto en relaciones heterosexuales, como en lesbianas y homosexuales.
Estudios longitudinales de matrimonios han mostrado que las esposas que estan sexualmente contentas tienen más probabilidad de ser felices en sus matrimonios y de sufrir menos inestabilidad dentro de ellos. Ante todo, la satisfacción sexual parece tener una relación mucho más fuerte a la calidad de la relación en los hombres que en las mujeres. Las mujeres tienden a separar los rubros si sienten que tienen una vida sexual pobre de su calidad de relación como pareja. Los hombres son más propensos a sentir que si están viviendo en una relación sexual pobre, esto disminuirá la calidad del resto de la relación.
Esta diferencia de pensamiento en los sexos es real en tanto parejas casadas como en unión libre, así como también se ve reflejada en parejas homosexuales y lésbicas.
En diversos estudios realizados por National Health and Social Life Survey (NHSLS), reportaron que las parejas casadas, especialmente las parejas monógamas, resultaron tener los más altos niveles en satisfacción sexual, mientras que las parejas en unión libre o saliendo en citas, reportaron niveles poco más bajos de satisfacción. Sin importar la edad, la mayoría de los individuos reportaron que disfrutaban de tener sexo con sus parejas, sin embargo, tanto hombres como mujeres, casados y no casados, reportaron a partir de la edad de 40 una disminución en el placer físico experimentado en sus relaciones sexuales.
Este decremento en el placer físico en mujeres puede deberse a múltiples factores, como el inicio de la premenopausia o menopausia, que involucra fluctuaciones hormonales y cambios sexuales, como incrementos incómodos en la temperatura corporal, dificultad para dormir, o resequedad vaginal.
El decremento de placer en los hombres puede ser causado por una disfunsión eréctil, problemas en la próstata, presión alta o una menor toma de iniciativa para emprender relaciones sexuales.