Biología de la homosexualidad

Compartir en Instagram se abrirá una nueva ventana
Guardar en Favoritos
Guardar en Favoritos
Estudios recientes confirman que la identidad sexual está enraizada en la biología de cada ser humano antes del nacimiento.
Estudios recientes confirman que la identidad sexual está enraizada en la biología de cada ser humano antes del nacimiento.
Salud180, El estilo de vida saludable

POR: Mariana Peña

Somos el sitio líder de estilo de vida en México y América Latina. Sumamos a los mejores expertos, para mejorar tu calidad de vida.

21-10-2010

Estudios recientes confirman que la identidad sexual está enraizada en la biología de cada ser humano antes del nacimiento, surge de una variación en los cromosomas y está vinculada a los genes. Ello desecha la creencia de que la homosexualidad y la transexualidad son una opción.

 

Según investigadores del Programa de Sexualidad Humana de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (FP-UNAM), en algún momento del desarrollo intrauterino, existe un punto crítico por el que cada individuo pasa, y algunas veces no se alinea a la hora de nacer, vivir y socializar. La homosexualidad, entendida como la inclinación erótico-afectiva por personas del mismo sexo, no es una patología. En el caso de la transexualidad, se nace con un cuerpo que no corresponde a la sensación emocional, física, psíquica, afectiva y psicológica, explica la especialista Selma González Serratos.



La teoría de la identidad y los genes en la homosexualidad

 

Por su parte, en una entrevista concedida al diario La Jornada, el doctor Rafael Salín Pascual, responsable de la Clínica de la Diversidad Sexual del Departamento de Psicología Medica, Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, agrega que la teoría de la identidad y los genes podría responder a la interrogante de por qué nos sentimos hombres o mujeres.

 

“Es una condición genética y cromosómica, es decir, ocurre al momento en que se fecunda el óvulo”, explica el psiquiatra y doctor en ciencias médicas. Luego viene la gestación: “Antes de la semana 14, se tiene un cerebro femenino, por las hormonas de la madre; a partir de ese momento, y si el producto tiene cromosomas XY, se produce testosterona, que bloquea esas sustancias”. Entonces, circuitos neuronales se masculinizan, concretamente el hipotálamo, que se encuentra en la base del cerebro y tiene que ver con la regulación endocrina: la reproducción, la sexualidad, el apetito sexual y la temperatura corporal, entre otras.

 

Si se hace un cableado acorde al XY, se producirá un niño con cuerpo y conducta coherente a los cromosomas; el género, desde ese punto de vista, es una combinación de la base biológica y la forma de crianza, precisa Salín Pascual.

 

En la homosexualidad no hay culpables

 

Existen varias teorías acerca de qué sucede cuando en el proceso de cambio hormonal la testosterona no surte efecto, porque se bloquea o es atacada por anticuerpos. No se cablea bien el hipotálamo y nace un niño que se percibe a sí mismo como niña, y se pregunta frecuentemente por qué tiene un cuerpo que no corresponde a su cerebro; entonces crece con una incongruencia de género, comenta en la entrevista.

 

“Desde ese punto de vista, la homosexualidad y transexualidad son biológicas, no hay culpables y el único problema es con la sociedad. Afortunadamente, en el ser humano la diversidad es la norma y se traduce en lo sexual, en lo biológico y en lo político”, acota el especialista.

 

Compartir en Instagram se abrirá una nueva ventana
Guardar en Favoritos
Guardar en Favoritos
Lo que pasa en la red