5 emociones que experimentan los pacientes con sida

La negación es una de las primeras emociones que experimenta una persona que es diagnosticada con sida, al grado de que cree que la prueba del VIH no es exacta o que existe confusión con el resultado, aún después de realizarse diversos exámenes, y es perfectamente normal.

Imagina una situación en la que una mujer da positivo a la prueba, siendo que mantiene una relación que ella creía monógama con el mismo hombre desde hace 10 años. Las emociones que vivirá serán muy intensas”, afirma Mallory O. Johnson, sicólogo y profesor asociado de medicina en la University of California, San Francisco.

Además de la negación, estas son otras emociones que los pacientes con sida experimentan, de acuerdo con la información del Center for VIH Information de la mencionada Universidad.

  1. Ira

Es una emoción natural, muchos pacientes se molestan porque no se explican cómo contrajeron el virus o están enojados porque no saben quién los contagió y no pueden desquitarse.

  2. Tristeza

Los pacientes se enfrentan a la idea de que su vida jamás volverá a hacer igual y que sientan tristeza puede ser normal. El problema es que ellos son más propensos a desarrollar depresión.

  3. Ansiedad

Es causada por el hecho de no saber qué esperar después del diagnóstico o cómo serán tratados por sus seres cercanos. Esta emoción puede causar que el paciente se sienta nervioso o agitado.

  4. Miedo

El miedo surge de tener que contarle al mundo, familiares, amigos u colegas de trabajo, sobre su condición. Esto puede ocasionar que su corazón lata más rápido o le sea complicado dormir.

  5. Estrés

Existen muchas cosas que pueden detonar esta emoción, como la búsqueda de tratamientos y los gastos, y el estrés no se queda sólo con el paciente, se traslada a los familiares más cercanos.

  ¿Cómo pueden afrontarlo?

Mallory O. Johnson afirma que el mejor enfoque para que un paciente pueda hacer frente a su diagnóstico y a las emociones que experimenta es creando una red de apoyo con sus seres queridos y personas que pasan por la misma situación.

El solo hablar con alguien puede ayudar a aliviar la angustia emocional. Y hacerlo con otro paciente quizá normalizaría la experiencia, para tener una perspectiva de otro ser que también está lidiando con el sida”, agrega Johnson.

En el mundo viven más de 35 millones de personas con VIH, de acuerdo con los últimos datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).