El poder curativo de las plantas medicinales

La fe en el poder curativo de la medicina tradicional es muy importante en México. Sólo hay que visitar un mercado para percatarse de la cantidad de puestos donde se ofrecen plantas medicinales y encontrar curanderos que recomiendan ampliamente su uso.

Para muestra el mercado de Sonora de la Ciudad de México donde a diario se venden, en promedio, unas 10 toneladas de plantas curativas.

La fe mueve montañas, pero cada paciente es un caso particular y no se debe aconsejar de manera generalizada el uso de determinadas hierbas sin conocer el estado de salud de cada persona.

No ingerir antes de una operación

Un reciente estudio de los servicios de Farmacia y Anestesiología del Hospital Germans Trias y Pujol de Badalona (Barcelona), indica que el consumo de plantas medicinales puede ser "peligroso" antes de someterse a una intervención quirúrgica. Ésto se debe a que algunas sustancias pueden interferir en el proceso de la anestesia o de la cicatrización.

La ciencia ha identificado nueve sustancias que pueden interferir con algunos fármacos o provocar reacciones adversas en los pacientes, a saber: kava, ginkgo, serenoa repens, hierba de San Juan, efedra, equinácea, valeriana y ajo.

En opinión de Maite Bosch, una de las investigadoras del estudio, los efectos de estas plantas medicinales son múltiples, "desde retrasar la recuperación de la anestesia, alterar el efecto de otros fármacos o potenciar una hemorragia".

Muchas plantas medicinales pueden ser tóxicas y dañinas si no se conoce su manejo. El argumento de que por ser naturales no son peligrosas, es falso.

Un problema de la fitoterapia popular es la dificultad de llevar un control sobre la dosis y la calidad del producto, lo que puede propiciar riesgos y daños a la salud, de acuerdo con los especialistas del Herbario del Instituto Mexicano del Seguro Social.