Cómo atender una hemorragia

Antes que nada es necesario localizar el lugar preciso de la salida de sangre y el tipo de hemorragia por lo cual se debe descubrir la zona: arterial, venosa o capilar.

Ejercer presión directa sobre la hemorragia durante 5-10 minutos con una compresa que puede ser una gasa o telas limpias, si ésta se llena de sangre no se debe de quitar sino colocar encima otra compresa para evitar deshacer el coágulo que se empieza a formar.

Si no da resultado

Será necesario ejercer presión indirecta en una zona entre la herida y el corazón, por ejemplo, si el sangrado está en una mano, puede presionarse en el brazo, justo en el sitio de localización del pulso braquial, esto para evitar el paso de sangre hacia la herida que condiciona la hemorragia, evitando así que se pierda.

Si lo anterior no resulta, eleve la parte afectada por arriba del nivel del corazón para que por gravedad vaya disminuyendo la hemorragia.

En última instancia

Coloque hielo envuelto en un trapo o bolsa limpia alrededor de la zona afectada para cohibir la hemorragia, a este método se le conoce como crioterapia.

Pero siempre

Aplique un vendaje compresivo moderado.