Fibromialgia afecta más a mujeres

Los científicos estiman que la fibromialgia perjudica mayoritariamente a las mujeres. En Estados Unidos, por ejemplo, el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Músculo-esqueléticas y de la Piel (NIAMS, por sus siglas en inglés) señala que existen en ese país alrededor de 5 millones de personas afectadas por la fibromialgia; entre 80% y 90% de las personas diagnosticadas son mujeres.

Sin embargo, los hombres y los niños también pueden padecer la enfermedad. Según estudios de la Fundación para la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica de Cataluña, se estima que la padecen entre 3% y 4% de la población, lo que supone entre 1 millón 200 mil y 1 millón 600 mil personas en España. En 90% de los casos se trata de mujeres en la edad media de la vida, siendo su inicio muy poco frecuente en la infancia o a partir de los 65 años. En todo caso, es una enfermedad de detección cada vez más frecuente.

Lo que debe saber acerca de la fibromialgia

La fibromialgia se diagnostica más frecuentemente en individuos que padecen ciertas enfermedades, como artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico y artritis espinal. Las mujeres que tienen un familiar con fibromialgia presentan mayor predisposición a padecerla.

Aunque su causa es desconocida, se cree que los síntomas de esta enfermedad se deben a la disminución de las sustancias que habitualmente regulan la sensación de dolor, en especial la serotonina.

Esta disminución produce un trastorno en la percepción, transmisión y modulación del estímulo doloroso, bajando el umbral de percepción del mismo. Los mecanismos de regulación del dolor quedan alterados al añadirse factores agravantes como el estrés, el cansancio y las alteraciones del sueño. Hasta el momento, no se ha detectado ninguna alteración orgánica objetiva que permita explicar la base física de este trastorno.

¿Se puede curar?

La fibromialgia no es una enfermedad peligrosa para la vida, aunque es persistente, y en estos momentos, no tiene un tratamiento curativo. No obstante se pueden mejorar muchos de sus síntomas. Para ello, es necesario aprender a conocer los factores que mejoran o empeoran el estado general. Hay que evitar los agravantes y, sobre todo, adaptarse al curso de la enfermedad.