El yerberito llegó: la herbolaria mexicana
POR: Lau Martínez. Colaboradora
Estudió periodismo y comunicación en la UNAM. Desde hace 6 años vive en Madrid y colabora como corresponsal en Salud180.com. Siguel@ en:
Está comprobado: plantas como el árbol guarumbo o el nopal reducen los niveles de azúcar en la sangre de los pacientes diabéticos; el tejocote puede ser usado para combatir problemas de bronquios; el gordolobo sirve para contrarrestar la tos; la bugambilia, el tomillo y la hierbabuena hacen lo propio con los problemas gástricos, mientras la guayaba y el epazote pueden ser utilizados para desparasitar.
En México existen más de 4 mil especies de flora medicinal, lo que, a escala mundial, lo ubica como una de las naciones con mayor riqueza floral y herbal.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con la principal colección de flora medicinal del país y la más importante del mundo: más de 15 mil ejemplares provenientes de todo el territorio nacional.
Pueden curar pero también enfermar
En México, ocho de cada 10 personas utilizan alguna planta medicinal para combatir enfermedades. Es una tradición profundamente arraigada que nos viene de lejos, pero que también puede poner en riesgo la salud.
La maestra Abigail Aguilar Contreras, directora del Herbario del IMSS, recomienda no auto recetarse con plantas medicinales. “La mayoría de la gente piensa que por ser naturales no hacen daño, pero éstas son medicinales, precisamente porque tienen principios activos, que son los que curan o pueden complicar la salud del paciente”.
El conocimiento de los efectos de las plantas medicinales lleva su tiempo. Es tal la riqueza de la herbolaria mexicana que, actualmente, se usa menos de 15 por ciento de esta diversidad natural para fines medicinales.
El Guarumbo contra el azúcar
Un ejemplo de lo anterior es un reciente estudio realizado por especialistas del IMSS, en el que se identificaron las propiedades medicinales del árbol conocido como guarumbo en la reducción de los niveles de azúcar en pacientes con diabetes mellitus.
Aguilar Contreras ha explicado que debido a que las investigaciones llevan su tiempo y algunas etapas son lentas, la correspondiente al Guarumbo se encuentra en este momento en la fase de protocolo, es decir, a nivel experimental.
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