4 distintas etapas y síntomas del linfoma
POR: Samuel Arroyo
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El cáncer que se conoce como linfoma puede ser entendido claramente a través del proceso de estadificación. Esto se refiere a cómo la enfermedad se clasifica, que es y qué partes del cuerpo ha afectado.
Hay cuatro partes o etapas de la enfermedad después de que el paciente ha sido diagnosticado a través de una serie de pruebas y exploraciones.
Para darle una idea acerca de las distintas etapas, aquí están los puntos básicos sobre cada fase:
Etapa uno
En esta etapa, la enfermedad sólo está presente en un grupo de ganglios linfáticos. También hay casos en que la enfermedad se encuentra en un órgano, que no forma parte del sistema linfático, pero este tipo de casos es muy raro.
La etapa dos
El cáncer se ve ahora en dos o más grupos de los ganglios linfáticos que se encuentran a los lados del diafragma, debajo de los pulmones y ayuda a una persona a respirar con facilidad, también separa el área del tórax del abdomen.
La tercera fase
El cáncer en esta etapa, se puede encontrar en los ganglios linfáticos que están situados a ambos lados del diafragma. Hay algunos casos en que los órganos adyacentes están involucrados. También, cuando se observa la enfermedad en el bazo.
Cuarta y última etapa
Esta es la etapa terminal cuando ya el pulmón está afectado, así como la médula ósea, el hígado y los demás órganos que están lejos de las partes inicialmente infectadas.
Hay muchos otros factores que pueden afectar los resultados de los tratamientos que se realizan con personas que sufren de la enfermedad, como la edad del paciente y la etapa de la enfermedad.
Si se encuentra en etapa avanzada, no debe perder la esperanza porque hay muchos casos que se han curado al final, incluso después de sufrir de las etapas más avanzadas.
Desde los primeros síntomas o cuando está empezando a sentir que hay algo mal, no dude y consulte con un médico. Para ayudarle a determinar si los síntomas se relacionan con la enfermedad, aquí están algunos de los más comunes:
Los más importantes son los bultos en su cuello, la ingle y las axilas. Estos son indoloros, por lo que hay muchas personas que no se dan cuenta fácilmente y tardan en ir al doctor.
Los otros síntomas que puede experimentar, una vez que los ganglios linfáticos aumentan de tamaño, son la pérdida de apetito, pérdida de peso, debilidad, fiebre, sudoración excesiva, especialmente en la noche y comezón.