Para esto es útil la testosterona en tu cuerpo

Presente en pequeñas cantidades en las mujeres, la testosterona es la principal hormona sexual masculina, y la responsable de estimular el desarrollo de los órganos sexuales masculinos y las características sexuales secundarias.

La testosterona tiene diferentes funciones a lo largo de la vida:
 

1. Para el feto (antes del nacimiento): Ayuda al desarrollo de las glándulas sexuales (los testes) y los genitales externos.

2. Durante la pubertad: Es la responsable de los caracteres sexuales secundarios masculinos como el tono de la voz, el crecimiento de la barba, desarrollo del vello corporal y púbico, y la producción y maduración de espermatozoides entre otras funciones.

3. En el hombre adulto: Controla todas las funciones sexuales como la libido, la potencia y la fertilidad, y conserva la apariencia típica masculina que se desarrolla en la pubertad. La salud masculina general y el desempeño sexual se mantienen con niveles óptimos de testosterona.

Con la edad, todos los hombres, unos más que otros, enfrentan una disminución en los niveles de testosterona biodisponible (la que circula libre en el organismo), lo cual puede ser un factor de riesgo a largo plazo para desarrollar problemas de salud y sexualidad.

  La testosterona en el cuerpo es importante porque:

1. Es una hormona que tiene un efecto único en el cuerpo masculino.
2. Es producida en los testículos y las glándulas adrenales.
3. Es para los hombres lo que el estrógeno es para las mujeres.
4. Es esencial para el comportamiento sexual normal y para la producción de erecciones.

Interviene en muchas funciones metabólicas como la producción de células sanguíneas en la médula ósea, la formación de huesos, el metabolismo lípido, el metabolismo de carbohidratos, la función del hígado y el crecimiento de la glándula prostática.

La disminución de los niveles de testosterona se relaciona con obesidad, diabetes, presión alta y síndrome metabólico (el cual incrementa riesgo de problemas cardiacos); puede ocasionar depresión y disfunción eréctil.

El declive de la secreción de esta hormona inicia gradualmente a partir de los 30 años, cuando comienza a reducirse la señal que el cerebro envía para generarla.

Otros factores que inciden en su baja producción, son:

1. Algún golpe, trauma o infección testicular.
2. Las terapias contra cáncer como quimioterapias y radiación.
3. Medicinas contra el dolor con sustancias opiáceas.
4. Desórdenes hormonales (tumores o enfermedades de la glándula pituitaria)
5. Enfermedades crónicas como sida, problemas en el riñón o hígado, diabetes tipo 2.
6. Condiciones genéticas: síndrome de Klinefelter, de Kallmann o de Prader-Willi, hemochromatosis o distrofia muscular.