Locura en mujeres a lo largo de la historia

En su libro “Locos de la Historia”, la escritora y experta en psicología, Alejandra Vallejo-Nájera ratifica un viejo rumor: Juana La Loca "estaba rematadamente loca, tenía una esquizofrenia heredada de su abuela Isabel de Portugal, que mostró los primeros síntomas de la enfermedad cuando nació su hija, Isabel la Católica”. Por lo demás, Juana la Loca era una persona muy inteligente y capacitada para gobernar.

La escritora española habla de otros personajes reales con problemas psiquiátricos, como Luisa Isabel de Orleáns, nuera de Felipe V, que era exhibicionista, y el propio Felipe V que tuvo que interrumpir su reinado hasta en cuatro ocasiones por las crisis de locura que sufría. Según Vallejo-Nájera, “el problema de esta gente es que se casaban entre sí y la psicosis se la pasaban unos a otros dentro de la propia familia”.

Mujeres y locura a lo largo de la historia

De acuerdo con la doctora Teresa Ordorika Sacristán, especialista en sociología y salud mental de las mujeres del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, a lo largo de la historia se ha creído que la mujer ha padecido más locura que el hombre. Sin embargo, gracias a la investigación académica de género, se ha logrado demostrar que no existe discrepancia numérica entre mujeres y hombres en lo que respecta a padecimientos mentales.

La sobrerrepresentación de las mujeres en las estadísticas psiquiátricas sobre ciertos tipos de padecimiento es producto y reflejo de las inequidades y opresión que experimentan socialmente. Y los desórdenes mentales “típicamente femeninos” son provocados por los efectos de la violencia y la pobreza que enfrentan cotidianamente.

Durante el siglo XIX, explica la investigadora, se pensaba que las mujeres tenían una mayor incidencia en diversos aspectos relacionados con el desorden mental, eran hospitalizadas con mayor frecuencia, hacían mayor uso de los servicios ambulatorios y se les recetaban más psicotrópicos que a los hombres.

En la actualidad, la investigación sostiene la existencia de 3 tipos de factores de riesgo a los que se enfrentan las mujeres y que incrementan su probabilidad de sufrir estos padecimientos: la vulnerabilidad, los agentes que provocan trastornos como la pérdida (divorcio, enfermedad o discapacidad crónica) y factores como la depresión provocada por la violencia, humillación constante y baja autoestima. Según datos de la Organización de Naciones Unidas, señala la especialista, nos encontramos frente a un panorama de feminización de la pobreza. Las mujeres son parte sustancial de los más pobres del mundo, conformando la mayoría de los mil 500 millones de personas que viven en pobreza extrema, con menos de un dólar al día. Esto las relaciona directamente a padecer trastornos psíquicos.