Estrés aumenta el nivel de glucosa

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Estrés aumenta el nivel de glucosa. Cortesía:Getty Images
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POR: Salud180.com

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08-07-2017

Si crees que el azúcar en la sangre sólo sube con los alimentos...¡Te equivocas!

 

El estrés puede subir la glucosa de la sangre, por lo que hay que aprender a manejarlo para mantener tanto la calidad de vida como el control de la diabetes.

 

Existe un estrés positivo, que es el que nos motiva a levantarnos, a trabajar o a estudiar, pero también existe el estrés negativo que afecta nuestra salud.

 

También este trastorno puede ser agudo o crónico. El agudo es el que se presenta en un momento determinado, como cuando chocamos el coche o cuando ocurre un terremoto. Y el estrés crónico es el que nos afecta cuando nos enfrentamos a situaciones estresantes día tras día como son los problemas en el trabajo, conflictos con la pareja o con los amigos, o el hecho de vivir con diabetes.


Controla tu estrés


El estrés genera en el cuerpo una respuesta de emergencia cuya función es prepararnos para luchar o para huir de un peligro.


Precisamente por eso cuando el cuerpo percibe que hay una situación de estrés aumenta su producción de adrenalina, que es la hormona de las emergencias. Para enfrentar ese peligro, esta hormona ocasiona una cascada de reacciones en el cuerpo como son:


1. El corazón late más aprisa y aumenta la fuerza con la que circula la sangre por las arterias para poder llevar sangre y oxígeno a todos los músculos y así poder luchar o correr del peligro. Esto aumenta la presión arterial.


2. La piel se pone pálida y la actividad del sistema digestivo se detiene ya que la sangre fluye hacia los músculos.


3. El hígado, que mantiene un almacén de glucosa y grasas para las emergencias, saca estos combustibles hacia la sangre para que estén disponibles en caso de necesitarlos, lo que hace que aumenten las cifras de glucosa y de grasas en la sangre.

 


Lo que ocurre es que en vez de luchar o correr cuando hay un peligro, nos sentamos y todo ese combustible que llegó a la sangre no se utiliza. Por esta razón, se necesita recordar  vívidamente las imágenes positivas y alegres de la naturaleza o de nosotros mismos que nos ayuden a relajarnos.

 

En diversos estudios se ha comprobado que tan sólo con cerrar los ojos e imaginar escenas de la naturaleza cambian las ondas cerebrales y nos relajamos. ¡Haz la prueba!

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