Así se vive un aborto...
POR: Diana Oliva
Estudió periodismo en la FCPyS. Es aficionada a la literatura clásica y su mayor pasión son los perros.
Un día descubres que estás embarazada, y la vida cambia; imaginas qué nombre le pondrás, si será niño o niña, qué sentirás cuando te diga mamá por primera vez. Y de repente, en cuestión de horas, todo se esfuma: ahora el cuerpo y la mente deben enfrentar las secuelas de un aborto.
Este proceso varía en cada mujer, del trimestre de gestación en que se encontraba y del tipo de aborto: si fue natural o incompleto (una parte del embrión o placenta permanece en la matriz), lo que conlleva una aspiración manual intrauterina, por lo que existe más dolor físico”, comenta en entrevista para Salud180, Gabriela Zebadua, instructora de psicoprofilaxis y partera certificada, directora de Parto en Agua.
Cuando una mujer sufre esta experiencia hay un antes y después. Rebeca de Alba, a sus 51 años acepta haber sufrido varios abortos, así lo aseguró a un programa de TV Azteca.
Más allá de la tristeza…
Aunque la Asociación del Aborto Espontáneo de Reino Unido señala que uno de cada cuatro embarazos termina en aborto, aún se desconoce lo que una mujer debe enfrentar. Por ello aquí te lo revelamos:
Psicológicos
De acuerdo a Xavier Arango, psicologo y tanatólogo de Parto de Agua, lo primero que se experimenta es:
1. Vacío existencial. Todas las expectativas que se habían depositado en el bebé se desvanecen de forma drástica, por lo que se experimenta soledad, frustración y enojo.
2. Culpa. Sea consciente o inconsciente la pareja, y en especial la mujer creen que fueron los causantes de que el embarazo no llegará a término.
3. Miedo a que vuelva a pasar.
4. Depresión.
1. Cambios bruscos en los niveles de azúcar.
2. Dolor en el útero.
3. Contracciones (este en el caso de un aborto inducido).
4. Se debe tomar medicamentos y vendarse para evitar la producción de leche.
5. Sangrado.
6. Aunque no exista un bebé, el cuerpo de la mujer tarda 40 días en regresar a la normalidad.
Un paso importante para sanar está herida es despedirte de tu bebé; para ello agradece el tiempo que estuvieron juntos y dile cuanto lo amabas y que siempre será parte de ti, no en forma de culpa sino de amor”, dice Arango.