7 claves "sorprendentes" para llevarte mejor con tus hermanos

Más allá de la sangre, los hermanos representan una de las relaciones más largas que puede tener una persona en su vida. En ésta se aprende a relacionarse con el mundo exterior, se descubre sentimiento como el enojo y los celos, así como el convivir de forma pacífica  y positiva con otra persona.

La rivalidad entre hermanos es la forma más directa de competir durante la evolución del ser humano, y las personalidades se forman a medida que los hermanos tratan de ocupar y defender nichos y papeles en la familia para asegurar su supervivencia”, así lo afirma Frank J. Sulloway, psicólogo y miembro del Instituto de Investigación Social y de la Personalidad de la Universidad de California, en Berkeley en Estados Unidos.

  ¿Imposible que el tiempo no pase por esta relación?

Existen diversos factores que influyen en la relación de hermanos. De acuerdo con la American Academy of Pediatrics, los más usuales son: edad, personalidad, número de años que los separa, sexo y orden de nacimiento.

Sin embargo, aparte de estos elementos, ¿es posible mejorar la relación entre hermanos? Aquí te damos 7 claves para lograrlo con información de la experta en conflictos familiares, Luz Rodríguez.

1. Reconociendo la igualdad. Entre hermanos debe existir una relación de igual a igual, donde el otro asume el papel de un amigo y de cómplice y no de padre o madre, porque esto genera conflicto.

2. Respeta el orden. Existe un orden de llegada entre hermanos, los que han llegado antes, han visto más, tienen más experiencias, han estado cerca de los padres más tiempo, por lo tanto su conducta es diferente.

3. Evita inmiscuirte. Cuando se quiere intervenir y ser un mediador de conflictos, normalmente se termina tomando partido. Sin embargo, cuando se deja, libremente, que cada quien aprenda a solucionar los problemas, la relaciones entre hermanos fluyen con menos conflictos.

4. Aceptar el papel y el proceso de cada quien. Comprender que no se es poseedor de la verdad, que cada quien va a su ritmo y está inmerso en sus propios problemas. El saber que cada quien está sujeto a distintos condicionantes aunque sean hermanos, cada quien tiene su propia percepción y esta se debe respetar.

5. Apoyar.  Esto significa brindar ayuda, en las posibilidades, sin recriminaciones, juicios y preguntas.

6. No dejes a un lado el afecto. Aunque vivan en la misma casa y se vean diario, mostrar el afecto a través de palabras  y hechos es esencial para estrechar los lazos afectivos.

7. Procurar solucionar los problemas desde el dialogo. Jamás se griten ni ofendan, por más enojado que te encuentren porque a la larga se pueden  arrepentir. Ya que pueden herir su relación de forma irreparable.

Aproximadamente el 80% de niños occidentales tienen al menos un hermano. En la primera infancia, tres rasgos principales de las relaciones entre hermanos son predominantes: carga emocional, intimidad, relaciones estrechas aun cuando hay diferencias en personalidad.