4 formas en que autosaboteas tus metas

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Recuerda que tú eres el único responsable de tus acciones y por consiguiente quien tiene el poder de cambiar lo que no te agrada. ¡Cuídate! Photos.com
Salud180, El estilo de vida saludable

POR: Salud180.com

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12-06-2014

Estabas lista para emprender una nueva oportunidad, pero, ¿al llevarlo a cabo cometes los mismos errores del pasado? No importa el ámbito, ya sea profesional o personal, en ocasiones tu peor enemigo sueles ser tu mismo; es decir, te autosaboteas.

 

De acuerdo con el terapeuta Bel Cesar, el autosabotaje se presenta cada vez que desconfiamos de nuestra capacidad de superar los obstáculos, ya que cultivamos un sentimiento de cobardía interior que bloquea las emociones y nos paraliza. Muchas veces, el miedo al cambio es mayor que la fuerza para cambiar.

  La vida sigue…                     

 

Se dice que el tiempo es el mismo, que es la vida la que se termina. Entonces, ¿cómo evitar que esta pase sin que no se realicen las metas planeadas? Por ello te damos 4 formas en que autosaboteas tus metas, con información de Aida Baida, coach certificado y doctora de genética.

 

1. No acabar las cosas. Empiezas muchas cosas y las dejas a medias, o bien le dedicas mucho trabajo y esfuerzo a algo y cuando estás a punto de acabar, lo abandonas con cualquier excusas. Este tipo de sabotaje puede afectar también a tu carrera profesional: dejar un trabajo justo antes de un posible ascenso, abandonar una carrera casi al final.

 

2. Posponerlo todo hasta el último minuto (procrastinar). Esta es muy común. La razón “oculta” es sencilla, si lo dejas todo para el final y no te esfuerzas todo lo que puedes siempre tendrás esa excusa si las cosas no salen del todo bien, es una especie de escudo protector de tu supuesta incapacidad.

 

3. Perfeccionismo. Con esto consigues no acabar las cosas y estresarte. Evitas correr el riesgo de fracasar o de no estar a la altura. Se vuelve en una excusa para no realizar tus objetivos. 

 

4. Poner excusas. “Soy demasiado mayor, soy muy joven, no tengo dinero…” Son simples disfraces del miedo.

 

Recuerda que tú eres el único responsable  de tus acciones y por consiguiente quien tiene el poder de cambiar lo que no te agrada. ¡Cuídate!

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