Relaciones afectivas previenen obesidad

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Relación padres e hijos
Relación padres e hijos
J. Manuel Reyes

POR: J. Manuel Reyes

Editor de Salud180.com Aficionado a las nuevas ideas. Una palabra lo cambia todo.

28-12-2011

De acuerdo con un estudio publicado a principios de este año, los niños que no tenían una relación emocional segura con sus padres (hombres), presentaban mayor riesgo de obesidad a los cuatro años. Sin embargo, un nuevo estudio establece que el riesgo persiste hasta los 15 años.

 

En esta segunda investigación de la Universidad Estatal de Ohio, se demostró que el tipo de relación emocional que se establece entre una madre y su hijo puede hacer la diferencia entre un adolescente obeso y otro de peso normal.

 

En esta ocasión seleccionaron a 977 menores nacidos en 1991, de los que obtuvieron datos de la relación con sus madres, mientras iban registrando el Índice de Masa Corporal (IMC) de los menores.

 

Comprobaron que mientras menos sensibilidad tenía la madre por las necesidades emocionales de su hijo, es decir, menor capacidad para reconocer el estado emocional de su hijo y responder a él acertadamente, más riesgo tenía de ser obeso a los 15 años.

 

De los menores que tenían relaciones de mala calidad, un 25% era obeso, contra un 13% de los que tenían vínculos más estrechos con sus madres.

 

 

Al respecto, la Dra. Sarah Anderson, autora de ambos estudios, explicó que el sistema límbico del cerebro controla la respuesta al estrés, pero también el ciclo sueño/vigilia, hambre, sed, y una variedad de procesos metabólicos mediante la regulación de hormonas.

 

Por lo que una buena respuesta frente al estrés influye en la forma en que los niños duermen y comen, dos factores que también están relacionados con la obesidad: el niño que no maneja bien el estrés duerme menos y come más.

 

De esta manera, recomendaron que ante los actuales problemas de obesidad infantil, además de establecer adecuados programas de alimentación y ejercicio, se lleven a cabo dinámicas afectivas que permitan estrechar las relaciones entre los padres y los niños. Y tú, ¿sabes qué estresa, preocupa y siente tu hijo?

 

 

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