6 consejos para fortalecer tu relación

Compartir en Instagram se abrirá una nueva ventana
Guardar en Favoritos
Guardar en Favoritos
Relación con padres
Relación con padres
J. Manuel Reyes

POR: J. Manuel Reyes

Editor de Salud180.com Aficionado a las nuevas ideas. Una palabra lo cambia todo.

03-01-2012

Ser madres o padres es un proceso psicológico que jamás termina. Aunque nuestros hijos sean adultos, seguimos siempre queriendo protegerlos, cuidarlos y, en muchos casos, controlarlos.

 

Cuando te enteras de un problema serio de tu hijo, asociado con alguna conducta autodestructiva cómo adicción, obesidad, anorexia, malas elecciones de pareja, un fracaso económico o profesional, por mencionar ejemplos; lo habitual es iniciar un proceso que pasa por las siguientes etapas:

 

1. Impacto: solemos sentirnos absolutamente culpables y responsables. Estos sentimientos son, además de abrumadores, irracionales. Los padres solemos culparnos en exceso por las conductas autodestructivas de nuestros hijos.

 

2. Enfrentamiento con la realidad: poco a poco vamos aceptando que nuestro hijo no es ese modelo ideal que tenemos en la mente. Es un proceso muy doloroso pero indispensable.

 

3. Acción: la madre suele ser la primera en buscar ayuda. Una clínica de rehabilitación, un psicoterapeuta, dinero, etc. Lo ideal es que los padres acudan a terapia.

 

4. Aceptación de los límites: darse cuenta que por mucho que queramos, no podremos “salvar” a nuestros hijos de ellos mismos. Admitir que no somos totalmente responsables. Admitir que quizá ni siquiera deseen nuestra ayuda.



 

 

5. Autonomía: la madre y el padre, en el mejor de los casos, regresan a vivir su vida y ocuparse de sus propios asuntos, puede ser que haya tristeza y dolor pero al fin dejan de intentar controlar la conducta de su hijo. En esta etapa inicia la recuperación y el camino hacia la salud mental.

 

6. Conexión: la madre logra reconectarse con él desde otra perspectiva, se reconoce que ya es adulto, que es el único responsable de sus conductas, y surge una nueva y madura relación con él.

 

Cuando un hijo adulto culpa a sus padres por sus conductas autodestructivas nada lo ayuda más que hacerlo responsable de ellas. Darle ayuda condicionada y decirle algo parecido a esto: “Lamento no haber sido para ti la madre que tú querías, hice lo mejor que pude. Eres adulto y por tanto responsable de tu propia vida”.

 

Es necesario que ellos puedan resolver los problemas por cuenta propia, dejar de sobreprotegerlos y darse cuenta que las experiencias les permitirán crecer y madurar de manera más provechosa. Y tú, ¿ayudas a tus hijos en sus dificultades?

 

 

Síguenos en Twitter Facebook

Si te interesa recibir más información sobre este tema, no dudes en registrarte con nosotros.

Compartir en Instagram se abrirá una nueva ventana
Guardar en Favoritos
Guardar en Favoritos
Lo que pasa en la red