Por qué te duelen las rodillas al correr

De acuerdo con la American Academy of Orthopaedic Surgeons (AAOS), es normal que corredores, saltadores o ciclistas experimenten un dolor de rodilla durante su rutina de entrenamiento, debido a la presión que se ejerce sobre ésta.

 

Incluso, existe un padecimiento que se denomina rodilla de corredor, el cual se registra por una inflamación de la parte lateral de la rodilla, la mala alineación articular y condromalacia rotuliana (reblandecimiento y descomposición del cartílago).

 

La AAOS, así como el mayor Gustavo Azcona, ortopedista y traumatólogo del hospital militar regional de Hermosillo en Sonora, detallan que existen diversos los factores que detonan este tipo de molestia al correr como:

1. Mala alineación de la rótula
2. Dislocación total o parcial
3. Alguna lesión
4. Presión o debilidad de los músculos del muslo
5. Pie plano
6. Entrenamiento inadecuado o mal calentamiento
7. Terrenos con superficie dura
8. Calzado inadecuado o gastado

Reduce el dolor de rodilla en 5 pasos

Para evitar esos dolores punzantes y desagradables al correr, así como mejorar tu rutina de ejercicio, sigue los siguientes consejos:

 

1.- Calzado correcto. Elige unos zapatos que se ajusten a tus necesidades y al tipo de terreno en el que corres, la amortiguación que necesitas de acuerdo a tu pisada. Lo recomendable es cambiarlos cada seis a nueve meses.

 

2.- Cuida tu figura. El sobrepeso genera una mayor presión en las rodillas, así que lleva una dieta balanceada y una rutina de ejercicio que te ayude a evitar el exceso de carga.

 

3.- Ejercicios de estiramiento. Los ortopedistas recomiendan estirar por lo menos 20 segundos cada grupo muscular. Jorge Rodríguez, especialista en entrenamiento de Sport City te explica algunos ejercicios para cuidar tus rodillas:

 

 

4. Intensidad y distancia moderada. Evita los cambios bruscos de intensidad al correr. Aumenta la fuerza o duración gradualmente. Además, no aumentes el kilometraje por más de 10 a 15% por semana.

 

5. Elige bien el terreno. Trata de realizar tu rutina de entrenamiento en una superficie suave, resistente, uniforme y evita las inclinaciones; si tienes que hacerlo, trata de trotar en zig-zag.

 

Cuando sientas el dolor de rodilla, lo mejor es que empieces a caminar y tomar un descanso. Además, deja tiempo para que tu cuerpo se recupere. No olvides acudir con un especialista si no cede la molestia.