Obesidad abdominal genera envejecimiento prematuro
POR: Deya Cano
Editora en jefe de Salud180. Egresada de la Septién. Le encanta correr, practicar yoga y ama los perros. Adicta al café y al chocolate.
Las personas con obesidad elevada en la zona abdominal, presentan alteraciones hormonales, lo que ocasiona envejecimiento prematuro, así como alteraciones en el estado anímico, afirmó Rubén Bravo, especialista en nutrición y obesidad visceral.
En entrevista para Publimetro, el experto en salud indicó que la grasa visceral (la que rodea a los órganos internos y es la grasa más difícil de eliminar), aumenta la producción de la hormona del estrés, cortisol y reduce los niveles de endorfinas, que son las hormonas que facilitan la sensación de felicidad y bienestar.
Bravo, del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), precisó que el déficit de la dopamina en el organismo favorece a la depresión, mientras que la disminución de serotonina eleva los niveles de ansiedad.
Ambas carencias, indicó, provocan que las probabilidades de un infarto sea 3 o 4 veces mayor. También puede detonar problemas de hipertensión, cáncer de próstata y colon, así como una tendencia para desarrollar enfermedades degenerativas, como el Parkinson o demencia senil.
Rubén Bravo explicó que un estilo de vida sedentario, aunado al estrés, a una dieta pobre en fibra y vegetales, fumar e ingerir grandes dosis de café y alcohol, genera que se acumule en el interior del abdomen y alrededor de los órganos vitales, una especie de grasa que no siempre está a la vista, pero que merma la calidad de vida de las personas.
El especialista en nutrición recalcó que la grasa visceral es muy activa y genera un constante bombeo de sustancias tóxicas en el torrente sanguíneo: "Un proceso que conduce a la acumulación de ácidos grasos libres en el hígado y otros órganos, desequilibrando la regulación insulínica del organismo, el azúcar sanguíneo y el colesterol".
El médico del IMEO, señaló que lo principal es modificar los hábitos alimentarios: consumir más frutas y verduras, reducir la ingesta de carbohidratos e incorporar algún tipo de actividad física y/o deportiva, por lo menos 30 minutos cada tercer día, para prevenir el desarrollo de otras enfermedades cardiovasculares.
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