Obesidad en el adolescente y su relación con la depresión

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Samuel Arroyo

POR: Samuel Arroyo

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06-06-2011

La depresión ha sido claramente vinculada en los niños con obesidad, pero plantearse cuál precede a la otro es como entrar en el eterno dilema de qué fue primero, el huevo o la gallina. No está claro cuál es la causa y cuál es el efecto. ¿Los niños se deprimen debido al exceso de peso, o que la tendencia va en la otra dirección: aumentan de peso porque están deprimidos?

 

La Dra. Sarah Mustillo de Duke University Medical Center ha estudiado la interacción entre los componentes internos y externos del cuerpo humano. Sus observaciones concluyen que la obesidad conduce con frecuencia a un estigma social que puede dar lugar a la aparición de la depresión, lo que afecta la capacidad de interactuar normalmente con otros en la realización y el mantenimiento de amistades. Por otra parte, los niños que sufren depresión clínica, comen mayores cantidades de alimentos y pierden el entusiasmo por la actividad física y debido a que no queman calorías, se hacen obesos.

 

La incidencia de la obesidad infantil se ha disparado. De acuerdo con estudios de medicina pediátrica, el hecho de tener una condición de exceso de peso, provoca un mayor riesgo de sufrir depresión y otras anomalías de la salud física y mental. Cualquier persona que ha luchado con el peso sabe intuitivamente que la obesidad afecta en mayor medida a quienes la padecen en los años previos a la etapa adulta que aquellos que viven esta condición durante un periodo de tiempo más corto.

 

Un estudio realizado en Carolina del Norte el que se evaluaron las diferencias entre sexos, en los que se estudio a mil niños caucásicos, reveló que los barones son más propensos a la obesidad con la depresión que las niñas.

 

 

La Dra. Mustillo, también ha observado que la relación entre la obesidad y la depresión puede ser parcialmente neuroendocrina. Explicó que a pesar de las burlas y el aislamiento pueden llevar a los niños obesos a deprimirse y aún hay otros mecanismos complejos en el cuerpo humano que afectan la obesidad, la depresión, y problemas de comportamiento. El eje HPA (hipotálamo, hipófisis y suprarrenal) segrega una hormona del estrés, llamada cortisol. Esta hormona es crucial en el metabolismo de la energía, entre otras funciones. El lado negativo de sus actividades es el depósito de grasa corporal en el abdomen.

 

Cuando la grasa acumulada permanece sin ser quemada, el corazón y otros órganos están presionados por la mayor cantidad que se requiere de dicha grasa. La obesidad, la depresión y otras preocupaciones de salud se convierten en un problema en espiral, cíclico.

 

Volvamos a la pregunta original de ¿que precede a la otra: la obesidad o la depresión? Parece que no hay causa definida consistente de una a otra, lo que es casi seguro es que hay una correlación. Exámenes neuroendocrinos han indicado que los procesos del cuerpo desempeñan un papel importante para influir en la acumulación de grasa en el cuerpo.

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