¿Niños quietos o saludables?

“Por esos cachetes se ve que come muy bien y por eso está muy sano” es una frase que las abuelas dicen cuando sus nietos están “gorditos”; sin embargo, la realidad es que estos niños están lejos de ser saludables.

Uno de cada tres menores de edad tiene sobrepeso u obesidad, de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Salud y Nutrición.

Al reflexionar acerca de la vulnerabilidad en la que se encuentran los niños en esta situación, los estudios apuntan a la mala alimentación y una vida con escasa actividad física.

Si un niño ve la televisión o está frente a la computadora por largos periodos de tiempo, la falta de movimiento evita el consumo de energía y por tal razón  acumula más grasa en  su cuerpo.

Estudios en el extranjero y en el país demuestran que los menores que ven más de dos horas de televisión, podrían ganar entre dos o tres kilos en un mes.

Es importante motivar a los niños a realizar alguna actividad física, ya que evita el sobrepeso, aumenta la capacidad de reaccionar ante algún imprevisto, fortalece las articulaciones y  evita lesiones en la edad adulta”, menciona la doctora Irma Pérez, especialista en Medicina del Deporte de la UNAM.

La Organización Mundial de la Salud considera que la obesidad infantil es la primera epidemia no infecciosa del Siglo XXI y México ocupa el primer lugar.

Por lo anterior, es necesario que los adultos alienten a modificar los hábitos de los menores con una alimentación adecuada y practicar  algún deporte para evitar al máximo el sedentarismo.

  ¿Qué deporte escoger?

Para empezar, es conveniente realizar una evaluación morfo-funcional para verificar el estado actual de salud y las cualidades físicas del niño para  realizar el ejercicio más adecuado.

La Dirección de Medicina del Deporte de la UNAM realiza estas pruebas al público en general que esté realmente interesado en su bienestar.