Muerte de cuna, lo que temes preguntar
Cifras del Seguro Médico para una Nueva Generación señalan que alrededor de 350 niños en México, fallecen por el síndrome de muerte súbita del lactante o mejor conocida como muerte de cuna.
Es conocido entre la población como un suceso en el cual el infante muere inesperadamente y por causas desconocidas. El síndrome de muerte súbita del lactante aún tiene muchas interrogantes, mismas que National Institutes of Health busca responder a través de un cuestionamiento que muchos padres nos negamos a realizar.
¿Qué es y por qué ocurre la muerte de cuna?
Se considera Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) cuando en la autopsia de un bebé menor de un año que dejó de respirar no se encuentra la causa. Aunque se han identificado múltiples factores de riesgo puramente estadísticos, científicamente no hay certeza de qué provoca este trastorno.
¿Qué tan frecuente es y en qué edad ocurre la muerte de cuna?
Es el mayor causante de fallecimientos de bebés aparentemente sanos (aprox. 1 de cada 2 mil nacidos, durante el primer año de vida), principalmente entre los 2 y 4 meses de edad, y ataca a bebés de hasta 1 año.
Es normal que los bebés hagan apneas (paros respiratorios) pero, ¿cuándo debo preocuparme?
Los bebés respiran entre 40 y 55 veces por minuto. Es normal que dejen de hacerlo en lapsos de 4 a 8 segundos, pero un evento de más de 10 segundos es anormal y si llega a 20 segundos se considera muy serio.
En la mayoría de los casos basta con enderezar al bebé, el movimiento hará que jale aire… pero por desgracia resulta sumamente difícil detectarlo a tiempo cuando el bebé duerme.
¿Existen otras causas identificadas de paro respiratorio en un bebé?
Si, los más comunes son los trastornos digestivos (reflujo, broncoaspiración) o respiratorios (flemas), e incluso la asfixia accidental por obstrucción. Pero estos casos no se relacionan con la muerte de cuna.
¿Quiénes son más propensos a sufrir muerte de cuna?
Los bebés prematuros, de embarazos múltiples, de bajo peso, fumadores pasivos, de madres con adicciones durante el embarazo, etc., pero bebés sanos también pueden ser víctimas del SMSL.
Una herramienta útil para los padres: Ya existe en México el Monitor Snuza, que al detectar una interrupción de 15 segundos en la respiración del bebé (muy a tiempo para evitar daño cerebral), lo estimula para que respire otra vez, y emite un aviso si el paro respiratorio llega a 20 segundos.
Snuza emite un leve “tic” (con ajuste de volumen) en cada movimiento respiratorio, con lo que literalmente los padres pueden “escuchar” al bebé respirando.
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